La verdadera verdad de la milanesa acerca del caso de la Universidad de Congreso según la pulga Mendieta, después de una fábula de tan muy amigo suyo, Pedro de Macedonia
Y ello es que. era esta vez la historia de una zorra de la propia ciudad del buen vino y el otoño es hermoso que descansaba a la sombra de un manzano. silvestre. Y alzando la cabeza para saber si llueve y qué traje ponerse, le cae al hocico una cáscara de uva chinche, y con lo cual, mirando acá y allá bastante fastidiada por el evento, se apercibe que en las ramas del tal manzano está una avutarda empollando más de mil huevecitos.
A saber diande viene la tal avutarda, piensa la zorra. Y como ve que tal avutarda está comiendo unas uvas y ella no, la zorra se relame así, y le dice, ey, dame una.
Y va la otra y le da una. Mientras tanto los huevecitos (que en Fedrón de - Macedonia son nomás huevecitos, pero acá son el estudiantado) ya han crecido bastante y se largan a volar muy contentos, y la zorra le dice a la avutarda, ey, dame otra.
Y va y le da otra. Bueno, y para hacerlo breve aquí es que viene don Luis Triviño y dice a los huevecitos, colegiales, yo soy el Retor. Y la zorra le dice al Retor (que antes era un amigo de la avutarda), va pues. Pero la avutarda dice que no y que no, ¿o no soy yo la que ha empollado esos estudiantes? Cállate tú delincuente, le dicen así la zorra y el flamante Retor, qué tú eres una avutarda inescrupulosa y necesitamos aquestas uvas para el bien de la comunidad. Entonces como la avutarda era muy desprendida empieza a repartir granos de uva chinche por acá, y por allá, y acullá, hasta que se queda sin nada a excepción de un racimo diminuto para la fiesta de fin de curso.
Y viéndola as¡ de desprotegida con el diminuto racimo en la boca agarra el Retor y clama, ey tú foránea inescrupulosa, suelta, suelta. A lo cual la avutarda responde que no de ninguna manera.
Por lo cual agarra la zorra y lo llama a un abogado, y después a un contador, y a la policía, y después al capellán, y después a todos los medios de comunicación ciéndoles uvas (que vienen a ser las acciones de la universidad) y la señala a la avutarda diciendo. a ella! a ella), y el escribano dice, a ella!, por administración fraudulenta! Que es cuando todo el periodismo unido de Mendoza, donde el otoño es hermoso, dice, vaya, es verdad pues, hay que derribar a la avutarda inescrupulosa, entonces cuando vuelven los huevecitos, que ya han crecido algo más y sacado plumas, leen las noticias en los diarios y dicen, vamos a linchar a la delincuente, se va acabaaar...y dicen viva el Retor, el cual alza ambos brazos en esta manera y saluda a todos los estudiantes con la barba de patriarca sin pecado concebida. Y el capellán pide silencio y dice que no es posible que esa avutarda ostentosa lo gasta todo en orgía y en enriquecimiento ilícito cuando, vive Dios, en todo Occidente hasta la Tierra del Fuego el ahorro y la disciplina son la base del progreso y la contundencia goleadora.
Entonces le hace la cruz a la avutarda, la cual observa y oye con mucha rabia de las orejas y mucha lástima en los ojos, pensando para ella misma, ay hijitos míos! ay Maria! ay Juana! ay Carlos La Rosa! ¿por qué nos hemos abandonado?
Bueno, acá es que la zorra made in Mendoza le dice a la policía que la cuelgue a la avutarda, y la eche en una acequia sin que nadie se entere, y que lo cuelgue también a Fulceri que es foráneo inescrupuloso, y que todavía es del Globo dice un papanata, y que lo cuelguen también de paso a Ale Prego, por las dudas nomás, y la policía va y le tiré un hondazo a la avutarda, pero no la emboca, entonces viene Pol Pot con sus muchachos, y le dicen, ey salgasé de ese manzano que el alquiler se ha atrasado, y al final la espantan. Después de lo cual el escribano le dice a la zorra, vaya pues hágase cargo, y el escribano le dice hay que sanear la administración fraudulenuta y el Retor avanza y dice que Mendoza y los consuetudinarios alumnos de la UC no deben permitir que un par de FORANEOS, INESCRUPULOSOS pisoteen su historia de logros intachables, verbigracia, Genoud, Nicólino Loche... todo lo cual lo escribe Pablito Lacoste. (que antes era un amigo de la avutarda) en un editorial bastante seriamente y sin reírse. Bueno, y para hacerla corta y como los pajaritos con todo esto quedaron más impresionables que el piojo López, otro amigo nuestra, gritan revolución, abajo la avutarda sangrienta y traidora, y después de gritar se van a sus casitas a tomar sopita de sémola para calmar los nervios alterados.
Y así termina esta historia, con todo el mundo pidiendo la cabeza de la avutarda fraudulenta por enriquecimiento ilícito, lo cual anota el escribano en las actas correspondientes, y la zona aborigen se hace cargo de todo y la universidad y durante mucho mucho tiempo la gente es feliz derramando champán y comiendo pan dulce, y el Retor siguió siendo Retor, la policía policía, y la zorra fue senadora, y después gobernadora y después si Dios quiere presidente de la Nación, y se acabuche.