sábado, 29 de marzo de 2008

JAQUE A MENDOZA: LOS VILA, MANZANO Y EL NUEVO GOBERNADOR por Carlos Machado

En las recientes elecciones nacionales, quedó consagrado como gobernador de la provincia de Mendoza el contador público Celso Alejandro Jaque. Hasta el momento prácticamente un desconocido que de todas maneras viene a sumar una estrella más en el firmamento de mandatarios "K".

Jaque logró acceder a la gobernación enfrentando nada menos que a César Biffi, el delfín del ahora ex gobernador y vicepresidente electo Julio Cobos. Un enfrentamiento en realidad sólo a nivel partidario, ya que Jaque y Cobos provienen de dos partidos que otrora presidían la política nacional y que actualmente no existen, como lo son el justicialismo y el radicalismo, aunque ambos están unidos por la telaraña que sutilmente ha tejido Néstor Kirchner para atrapar en ella a todos los "transversales" que pueda, y así sumarlos en diferentes listas, pero todas pegadas al Frente para la Victoria (FPV).

Vamos a ocuparnos de los grandes apoyos con que contó Jaque para llegar a la gobernación mendocina. Para ello no puede dejar de hablarse de uno de los grupos mafiosos más grandes que operan hoy en la Argentina: la "familia" compuesta por Alfredo Vila Santander y sus hijos Alfredo y Daniel, y el ex doctor en medicina, ex funcionario menemista y actual lobbysta y empresario multirrubro José Luis Manzano.


Buenos muchachos

Dalvian es el nombre de un lujoso complejo residencial ubicado en una privilegiada zona de Mendoza, que tiene como vecinos a íconos tan reconocidos como el Parque General San Martín, el Cerro de la Gloria, el Colegio de los Hermanos Maristas, la Universidad Nacional de Cuyo, el estadio mundialista "Malvinas Argentinas" y el anfiteatro Frank Romero Day, mítico escenario de la Fiesta de la Vendimia.

Por su parte la Universidad Nacional de Cuyo es poseedora, por ley, de terrenos ubicados al oeste de la ciudad de Mendoza y al norte del Parque General San Martín, en los cuales desde hace varias décadas ha construido una excelente y elogiada red de Facultades, destinadas a la enseñanza gratuita de todos los jóvenes del país. Una porción de esos terrenos tuvo la mala suerte de limitar con el complejo residencial Dalvian, propiedad de los Vila, y el "Don Vito Corleone" de la familia, Don Alfredo, le echó rápidamente el ojo, pues se trata de 32 hectáreas que valen una fortuna.

Hace unos 20 años hizo una presentación legal de forma absolutamente silenciosa y el expediente comenzó a transitar por los vericuetos legales de Mendoza, reductos donde en casi todos su hijo, el abogado Daniel Vila, tiene innumerables conexiones. Mientras tanto la Universidad, ajena a lo que estaba ocurriendo en el plano legal, seguía construyendo y educando gratuitamente hasta a los hijos de estos "buenos muchachos" a quienes invitaba, por cortesía, a algunos actos, en los que éstos sonreían mientras llevaban el puñal oculto entre sus ropas.

Transcurridos los 20 años que establece la ley, se presentaron ante el juez aduciendo que habían estado trabajando durante todo ese tiempo en la zona -una comprobable mentira porque hace 20 años allí estaba el polígono de tiro de los soldados que hacían el Servicio Militar- y que por esos trabajos les correspondía la propiedad de esos terrenos. El juez, amigote de ellos, inmediatamente les dio la razón y la Universidad se quedó sin los terrenos, que estaban destinados a importantes ampliaciones que servirían para seguir educando a más jóvenes argentinos.

Como conclusión, Dalvian tiene 32 hectáreas más y los mendocinos tienen cercenadas las posibilidades de continuar hacer creciendo a la Universidad Nacional de Cuyo, beneficiando a todos los estudiantes de la región y del país.

En cuanto a los hijos de Don Alfredo, en Mendoza se considera como el más avispado a Daniel, ya que Alfredo sería un poco más "lerdo" para los negociados. En cambio, el nombre de Daniel Vila fue el que siempre estuvo vinculado a lo más sucio y turbio de los emprendimientos familiares. Daniel, después de robarle la emisora LV6-Radio Nihuil a los hermanos Cores, fue el que vio primero el negocio del Cable y se dedicó a ello, al principio trabajosamente, pero poco a poco fue creando un fabuloso mundo llamado Supercanal, que se devoró a toda la competencia, especialmente al Aconcagua, que dominaba el área de Godoy Cruz y le hacía sombra en la Capital. Eran sus primeros pasos en la conquista de los medios de comunicación.

Y allí, a fines de los ´80, es cuando hace su aparición el "ángel negro" José Luis Manzano, que venía de aprender todos los sucios negocios del poder, primero desde su función como presidente del Bloque Justicialista de la Cámara de Diputados de la Nación, luego perfeccionándose como Ministro del Interior y posteriormente aprobando la "maestría del Mal" durante su estadía en Estados Unidos. Un premio que le dieron los norteamericanos, además de pagarle la estadía, por sus serviles comportamientos en el dictado de leyes lesivas para el país y muy beneficiosas a las "relaciones carnales" que mantenía Carlos Menem con George Bush padre. También allá el ubicuo "Chupete" -apodo con el que lo llamaban sus amigos- anudó lazos con el cubano Jorge Mas Canosa, un furibundo anticastrista y empresario mafioso radicado en Miami y ligado a todos los negocios sucios que podían ingresar por ese lado de Estados Unidos.

Manzano trajo al país a Mas Canosa y lo presentó a los Vila, y todos juntos -los mafiosos locales y el mafioso cubano- decidieron invertir en el negocio de las comunicaciones en la Argentina a gran escala. El evidente conocimiento de los resortes del poder que tenía Manzano, más la disponibilidad de dólares sucios que aportaba Mas Canosa, les permitió ir quedándose con todos los Cables del país, ampliando esa conquista a diarios, radios y canales de televisión (ver al final).

Hoy, además de propietaria de multimedios, la "familia" Vila-Manzano es dueña en forma parcial de EDEMSA (Empresa Distribuidora de Electricidad de Mendoza S.A.) y de Obras Sanitarias Mendoza, pero no se detienen allí. Están apuntando al negocio petrolero a través de su firma Ketsal y al negocio de la energía eléctrica a través de Andes Energía PLC, que tiene también como integrante al grupo financiero inglés Ragusa Capital.

Otro detalle es que a esta "familia" se agregó otro integrante ávido de entrar al menos en sus negocios energéticos y petroleros: el pintoresco Daniel Lalín, ex dirigente futbolístico, hincha de Rácing al igual que el presidente Kirchner y otrora presidente y gerenciador del club de Avellaneda.


Pongamos un gobernador

No había dudas de que tanto poder económico necesitaba apoyo de los gobernantes. Para asegurarse de que el futuro mandatario de Mendoza no fuera a poner límites a su insaciable voracidad, la "familia" puso toda su artillería comunicacional y además todo el dinero necesario para apoyar al candidato Celso Jaque, quien con su pasado pro-minero y pro-petrolero, era la persona ideal para permitirles seguir con los negocios sucios que practican los Vila y Manzano. Apoyo económico que también llegó a través del gobernador de San Juan, José Luis Gioja, financiado a su vez por la minera canadiense Barrick Gold.

Es que Jaque, que fue intendente del Malargüe durante dos períodos consecutivos, 1995-1999 y 1999-2003, y senador nacional desde este último año hasta 2009, cargo que obviamente cederá para hacerse cargo de la gobernación mendocina, supo disfrutar de las regalías que le abonaban las petroleras, a las que siempre trató -y aún trata- como si fueran sus amos. De allí la sintonía con el gobernador sanjuanino Gioja, entregado a la multinacional minera Barrick Gold, tema que nos ha ocupado ya algunos artículos. Dirigentes políticos que se olvidan de todo lo que prometieron y solo cumplen meticulosamente los dictados de aquellos que les pagaron la campaña publicitaria que los llevó a ganar las elecciones, dejando de lado todo lo que sea principios y ética.

Y por eso los Vila lo eligieron, porque será un dócil gobernante que aceptará lo que le impongan. Por eso para estas elecciones buscaron a un desconocido como Jaque, que promete de todo, sabiendo que no lo hará y sabiendo también que los Vila lo pondrían en el sillón de gobernador cueste lo que cueste.

Es así como durante la campaña era sintomático ver en Canal 7 -una de las teleemisoras de los Vila- que la tanda comercial comenzaba con Jaque, luego venían los otros candidatos y terminaba con Jaque. Este Canal ha demostrado su apoyo descarado a todo lo que sea "Justicialismo marca Jaque" y sus comentaristas políticos daban pie para que el candidato se mostrara como una opción creíble, ocultando prolijamente todos los reclamos que aún le hacen al ex intendente en todos los estamentos de la sociedad malargüina.

También en las radios del grupo, la publicidad de Jaque era la más escuchada y en el Diario "Uno" no había día en que no se cantaran loas hacia él, y el mismo favoritismo se daba con las ubicaciones, ya que Jaque tuvo en las últimas semanas a favor siempre las páginas impares, que son las más vistas.

Algunos otros ejemplos: en Radio Nihuil había obligación de hablar de Jaque en todos los programas, todos los días de la última semana. Además, los segundos asignados a Jaque triplicaban los de su competidor César Biffi. Eso quiere decir que los oyentes de Radio Nihuil escuchaban tres veces a Jaque y en el mismo período oían hablar de Biffi sólo una vez; las distintas FM del Grupo, desde la antigua "Ayer" hasta la inaguantable "Latinos", tenían la misma consigna, tres a uno como mínimo a favor de Jaque.

No había que ser clarividente para saber que todo ese esfuerzo publicitario convencería a los indecisos de votarlo.


Los negocios de "Chupete"

Mientras el hijo pródigo del Grupo Vila, el abogado Daniel Vila, está haciendo lo mismo que hizo Silvio Berlusconi en Italia: primero lograr poder mediático como dueño visible de grandes medios de comunicación; luego lograr que su nombre sea conocido por las masas integrando y presidiendo algún Club de larga trayectoria -en este caso Independiente Rivadavia- y, cuando considere posible llegar al gobierno, utilizar todo su poder en sus medios de comunicación para lanzarse en un futuro mediato a la candidatura a gobernador, pasaremos a ocuparnos del inefable José Luis "Chupete" Manzano.

Siempre se lo conoció a Manzano como un hombre coqueto, no sólo por aquella famosa operación por la cual se hizo levantar los glúteos para lucir un trasero más firme, sino por su afición al buen vestir y por haber incursionado precisamente en el mundo de la moda, inaugurando su tienda "Valentino" en plena Recoleta. Mauro Grimaldi, directivo de la famosa marca italiana, inauguró el local de 120 metros cuadrados sobre la avenida Alvear con estas palabras: "Questa é una vera boutique Valentino". La de Manzano, es cierto, es una reproducción exacta de las tiendas internacionales de la firma: piso blanco, alfombra negra, paredes nacaradas, mucho estilo y sofisticación. Lo llamativo es que el ex ministro del Interior de Menem no quiso participar de la inauguración o acaso estuvo escondido entre los 300 invitados. Un amigo del ex funcionario admitió la adquisición: "'Chupete' tiene la franquicia, pero no sé cuánto pagó". Sólo el alquiler del local rondaría los 30.000 dólares mensuales, según cálculos de las inmobiliarias de la zona. Y la facturación que Manzano esperaba lograr por mes sería el triple de esa suma.

Pero este emprendimiento podría considerarse como un gusto o capricho personal de Manzano. El ex funcionario devenido en empresario pasó a invertir su fortuna en otros rubros más complejos y mucho más redituables. Además de los trajes de Valentino ya tuvo sus acciones en el canal América TV, donde compartió cartel con un socio nuevo, el diputado Francisco de Narváez -que al tiempo de alejó de esa sociedad al existir ciertas diferencias- y con otro de toda la vida, Daniel Vila. Es que De Narváez intentó imprimirle un sello crítico al canal, mientras Manzano buscaba acercarse al gobierno, donde tiene excelentes contactos con Julio De Vido, el superministro de Planificación Federal. Esas conversaciones cotidianas finalmente rindieron sus frutos: Manzano y Vila decidieron incursionar en el negocio energético con su flamante empresa Ketsal, asociada a capitales extranjeros. Ganaron tres licitaciones para exploración de hidrocarburos en Chubut, donde gobierna otro gran amigo del ex ministro menemista y de De Vido y Kirchner: Mario Das Neves.

Pero "Chupete" tiene aún más coincidencias con el gobierno de Kirchner. Un tiempo atrás ambos, por separado, agasajaron a Saadi Al Khaddafi, el hijo del líder libio Muhammar Khaddafi y encargado de acuerdos comerciales entre su país y los gobiernos interesados. Según relató Franco Lindner en una edición de la revista "Noticias", Kirchner lo recibió en la Casa Rosada y el ex funcionario de Menem lo paseó por su provincia, Mendoza, donde el visitante -dejando de lado la prohibición del Corán a los musulmanes de beber alcohol (total eso no va para los jerarcas, aunque sean musulmanes)- degustó los vinos de la bodega Altus, en Tupungato, otro "kiosco" que Manzano tiene en sociedad con su amigo Miguel Angel Toma, otro ex menemista y posteriormente ex jefe de la SIDE duhaldista.

No se sabe aún si los libios tienen algo que ver con los negocios petroleros de la "familia", pero en su paso por la provincia, Saadi Al Khaddafi observó algunas de las tierras petroleras que el Gobierno licitó. Lo cierto es que también mediante Ketsal, los hermanos Vila y Manzano luchan por quedarse con dos de las cuatro áreas petroleras secundarias que la administración de Julio Cobos licitó en 2006. Para ello se asociaron a Cliveden, una petrolera suiza con casa central en Ginebra y que centraliza su actividad en África. El consorcio se presentó a licitaciones en Mendoza, Río Negro, Salta, La Pampa y Chubut, donde como se dijo anteriormente ya ganó tres concesiones. Pero en esta pelea en Mendoza también figuran otros nombres relevantes, como Cristóbal López (empresario multirubro "K") y Daniel Lalín, el ex presidente de Rácing Club, con su empresa Oxipetrol. En medio de la hegemonía política de Néstor Kirchner, Ketsal es otra supuesta empresa "K" que se subió a la ola petrolera. Y el encargado de seducir a la Casa Rosada para obtener el imprescindible guiño oficial para avanzar en estos negocios no es otro que José Luis Manzano.


Conclusión

Lo hasta aquí expuesto ha intentado ser una forma de presentación de la mafia mendocina conformada por el Grupo Vila y José Luis Manzano, propietarios de varios medios de comunicación -el arma más poderosa para colocar o quitar gobernantes- y ávidos emprendedores de cuanto negocio signifique más dinero para sus arcas, aunque no tenga necesariamente que pasar por el tamiz de la legalidad o la ética.

Poseedores de un poder que ha ido creciendo sin nada ni nadie que se les oponga en estos últimos años, su último logro ha sido sentar en el gobierno de la provincia de Mendoza al recientemente coronado Celso Alejandro Jaque, un desconocido que sin duda resultará muy útil a los designios de la "familia" y que no vacilará en responderle a ésta con creces.

Sólo un ejemplo más de las lacras instaladas en la Argentina, ya se trate de empresarios carentes de toda moralidad como de gobernantes -nacionales o provinciales- que se acoplan en la infame tarea de lograr poder a cualquier precio, mantenerse en él y ponerlo al único servicio de sus intereses personales. Mendoza está "en jaque". Como casi todos los argentinos.

Para finalizar, expondremos como anexo la lista de medios en poder del grupo Vila- Manzano, con la posibilidad de que al cierre de esta nota ya se hayan apoderado de otro.

- Gráficos
- Revista "El Gráfico" (50 % Torneos y Competencias, 50% Grupo Uno, de Vila-Manzano).
- Uno Gráfica: Diario "Uno"; "Primera Fila".
- Diario "La Capital" (Rosario, Multimedios La Capital).
- Diario "Uno" (Entre Ríos).
- Diario "Nueva Hora" (De Multimedios La Capital).
- Revista "Poder" (con participación minoritaria de Carlos Avila).

- Radio
- La Red (90 % Torneos y Competencias y 10% Grupo Uno -Vila-Manzano).
- Radio Rivadavia ( Luis Cetrá y Grupo Uno, se desconoce %).
- AM Nihuil.
- FM Brava.
- FM Latinos.
- FM Montecristo.
- FM Ayer.
- Rosario Difusión SA (LT3).
- Voces SA (LT8).
- FM Cadena 100.
- FM Estación Del Siglo.
- FM Meridiano.
- LT15 Radio del Litoral (Concordia).
- LT 41 Radio Gualeguaychú.
- LT 39 Radio Victoria.

- Televisión
- Supercanal Holding ( 51,2% Grupo Uno -Vila - Manzano- ; 28,2% MasTec - Mas Canosa-; 20 % Grupo Clarín). Del 51,2 % del Grupo Uno: 97,3% Familia Vila; 2,7% Manzano a través de Integra Financial Services.
- Canal 7 (Mendoza).
- Canal 6 (San Rafael).
- Canal 2 ( Santa Fe).

-Distribuidoras/ Señales y Cables locales
- Señal Cablevisión Noticias (CVN).
- Horizonte (Mza.).
- Supercanal (Mza.).
- Trinidad TV (Mza.).
- CTC Cable (San Rafael).
- Telecable (Godoy Cruz).
- Su Canal (Luján de Cuyo).
- Pehuenche Cable (Malargüe).
- Cablevideo.
- Señales Canal 4; Canal 11 y Río Canal.

- Digitales e Interactivos
- La Capital.com
- Airlink.

- Telecomunicaciones.
- Supertelco S.A.


martes, 25 de marzo de 2008

La nueva derecha judía por el Rab. Daniel Goldman


CONVERSACION CON EL RABINO DANIEL GOLDMAN

La nueva derecha judía



“Quieren formar parte de una clase social que jamás va a admitir al judío como parte de ella”, asegura el rabino Daniel Goldman al comentar el surgimiento de una corriente de judíos intelectuales, y no tanto, volcados hacia la derecha. Quiénes la conforman, qué objetivos tienen y qué desafíos le plantean al resto de la comunidad.


Por Jorge Halperín

Cuando el país se derrumbó, en diciembre de 2001, se abrió la caja de Pandora y, entre las dramáticas novedades, se supo que uno de cada cuatro judíos –una comunidad que siempre se vio como integrando la clase media argentina– estaba sumergido bajo la línea de pobreza. Las instituciones judías se movieron con rapidez para proveer redes de contención pero, según el rabino Daniel Goldman, algo del orden de la sensibilidad social ya se había quebrado: los “paisanos” que necesitaban ayuda ahora eran vistos como “beneficiarios”. Según Goldman, que es rabino de la comunidad "Bet-El" y que se reconoce heredero del rabino Marshall Meyer, a quien describe como un “teólogo de la liberación”, el menemismo fracturó profundamente a la sociedad argentina y también a los judíos. Así emergió una corriente de esa colectividad que aún conserva el estilo menemista, caracterizado por un cerrado individualismo, por las actitudes exhibicionistas y por la “triste e inútil” aspiración de ser aceptados por las clases tradicionales que, en verdad, los rechazan.

–Hay un fenómeno que usted y yo comentamos en charlas informales y que se puede describir como la aparición de una corriente de judíos intelectuales y no intelectuales volcados a la derecha. ¿Se anima a caracterizarlos?

–Lo primero que hay que pensar es que la comunidad judía siempre se caracterizó por ser un grupo ligado a ideas progresistas, humanistas, en su momento a las causas obreras. Una comunidad de cuentapropistas, profesionales liberales, pequeños comerciantes. Bueno, podría decir que este fenómeno de “reaccionarismo” no empieza con el menemismo y la corriente neoliberal de los ’90, pero se afianza con ellos y se caracteriza por haber olvidado el sentido de comunidad de ideas, la polémica, el carácter combativo, la autocrítica, la búsqueda intelectual y espiritual. Lo que vemos hoy es el reaccionarismo de esos sectores que quieren afianzarse como clase social aceptada por aquellos que jamás van a admitir al judío como parte de ella. Me refiero al estilo Jockey Club, y a algunos countries. Esta marca cultural, porque el menemismo fue primero que nada un estilo cultural, impregnó a la comunidad judía de una corriente de "frivolidad e insensibilidad social". Instaló, por ejemplo, un asistencialismo complaciente por sobre el sentido de la justicia social y de solidaridad crítica que siempre fue característico de la tradición judía.

–¿Es un fenómeno reciente o uno podría encontrar a ese sector en otras épocas?

–Siempre existieron esos sectores, pero antes el judío medio no aspiraba a llegar a ser “ellos”, ni pretendía ser reconocido por aquellas clases sociales exclusivas. Hoy sí, existen algunos sectores que desean formar parte de ese mundo del glamour. Compraron de manera banal todo aquello que les vendió la posmodernidad.

–¿Cómo piensan?

–Piensan en términos de individualismo, de salvación personal, de éxito económico, de competencia. Todo lo peor que nos legó ese período nefasto de los ’90 en nuestro país. Y, obviamente, desesperan por ser reconocidos socialmente. Hay un libro de Diego Melamed sobre los judíos y el menemismo que es muy elocuente al respecto. Creo que hay un sector minoritario pero influyente de la comunidad judía que supo adaptarse rápidamente a esta corriente, y en este sentido tomó lo peor de lo neoliberal: las prebendas, el aprovecharse de un poder que daba facilidades y el exhibicionismo, incluso en el acto de dar, porque lo liberal tiene la característica de desarrollar el sentido de la dádiva. No de la justicia social, sino de la dádiva. En la comunidad judía también se dio esta cosa de seducción económica, de la pizza con champagne, y hubo un vuelco de valores. Por ejemplo, se perdió el debate de ideas y creo que eso hasta ahora no pudo ser recuperado.

El “alosemitismo”

–¿Pudo haber influido también que Menem hizo algunas movidas seductoras hacia las instituciones de la comunidad, como el acercarse rápidamente a Israel y llevar los barquitos en la guerra del Golfo contra Irak?


–A mí me gustaría separar las cosas. Israel es un Estado y tiene intereses de Estado. Por supuesto que Israel y la comunidad judía local mantienen un vínculo fuerte. En especial, el que se desarrolló en la comunidad judía argentina a partir de los años ’30 y ’40.

–¿Pero usted no cree que muchos judíos, en lugar de razonar críticamente sobre Israel en términos de intereses de Estado, piensan que si uno es un buen judío tiene que aplaudir todo lo que hagan los gobiernos de Israel?


–Me parece que ésta es una cuestión fuerte que hay en la comunidad judía, que también es necesario tenerla. Me refiero a que la comunidad judía está vinculada a la idea de Israel. Ahora, uno puede tener críticas a los distintos gobiernos del Estado de Israel. Pero muchas veces se aprovecha la crítica a las acciones puntuales de Israel en Líbano, muy atendibles, para llevarlas a la existencia misma del Estado de Israel. Y eso es lamentable.

–Bueno, el judío no deja de ser el otro...

–Precisamente, leí hace tiempo atrás un artículo del conocido sociólogo Zygmunt Bauman, que me parece que vale la pena mencionarlo. Cuando Bauman escribía de manera más “sólida”, utilizó en uno de sus artículos el término “alosemitismo”. “Allos”, que significa “otro”, consiste en la práctica de acotar a los judíos como pueblo completamente distinto de todos los demás. El alosemitismo es esencialmente neutro desde el punto de vista valorativo. Según Bauman no determina un odio o amor por los judíos, sino que contiene la esencia de ambos sentimientos, pero consigue que cualquiera de las dos sensaciones se manifieste en un grado intenso, extremo, radicalmente ambivalente, como encarnación y síntesis de la “otredad”. En este sentido, lo judío genera algo que no se amolda a la estructura del supuesto “mundo ordenado”. Desdibuja las fronteras que deberían mantenerse como sólidas y socava la naturaleza tranquilizadora, repetitiva, y predecible de la vida. Esto determina, en última instancia, que el judío moleste en algún lado. El judío, según Bauman, encarna la ambivalencia a todo orden y es el pilar de la ley de la contradicción y el tercero excluido. Es el orden en su sentido fascista el que me asusta, porque es la ambivalencia: el enemigo sin el cual el orden no puede vivir. Por eso me siento cómodo en el “desorden”.

–¿A cuál ambivalencia se refiere?

–Me refiero a la pretensión de que el judío sea asimilable en términos de sociedad con la intención de que abandone sus raíces y sus principios. Ahora, por otro lado, el abandono de las raíces y de sus principios sería una contradicción, porque el judío es “el otro” en la medida en que una sociedad siempre busca colocar a alguien o a un grupo en el papel del otro. Se necesita que sea el otro. Vista esta realidad, la actitud sana entre los judíos es aquella clásica del debate constante y permanente, y lo preocupante es que en este momento eso parezca haberse perdido.

–Pensaba, repasando la historia de los judíos intelectuales, que en general adscribieron a cierta visión progresista. Y, en cierto momento, los progresistas se toparon con un peronismo que traía en su interior elementos nazis y fascistas.

–Bueno, muchos judíos recién llegados o influidos por lo que sucedía en Europa se encuentran aquí con nacionalismos duros y algunos elementos nazis y fascistas en el peronismo. Pero yo no sé si en el resto de los partidos políticos –tal vez con la única excepción del partido socialista–, no sé si en el radicalismo y en otros partidos las cosas no eran similares al peronismo... Pregunté a algunos amigos míos de la UCR en su momento si ellos no encontraban antisemitismo. Y me dijeron que sí, que en algunos casos se notaba bastante el antisemitismo.

Antisemitismos solapados

–Sin embargo, el radicalismo ha tenido referentes judíos como Moisés Lebensohn, como los Stubrin...


–Sí, sí, pero, inclusive, si uno raspa un poco más en la sociedad, me ocurrió de encontrar actitudes antisemitas hasta en ciertos organismos de derechos humanos. Por ejemplo, participando yo en uno de los organismos, en una oportunidad alguien me llama por un tema absolutamente doméstico: me dice que había comprado un plan Rombo de autos y que quería venderlo. Y le digo: “¿Por qué me llamás a mí?” Y me dice: “Bueno, vos sabés, los judíos se mueven en cosas comerciales, y por ahí se te ocurre algo” (risas). Que justamente esta persona, de la que yo jamás hubiera imaginado, una persona absolutamente involucrada en el tema de derechos humanos, un gran dirigente, me llamara con semejantes prejuicios me parecía muy duro... Esto como un ejemplo nimio, pero muchas veces hemos tenido expresiones de antisemitismo abierto en los dirigentes.

–Si tuviera que caracterizar a esos sectores que hoy identifica como judíos de derecha, ¿cómo diría que piensan?


–Yo tengo un amigo filósofo, muy querido, que se llama Ricardo Forster, y él me dice lo siguiente, de manera muy gráfica: todos viven en el mismo estilo de departamento. ¿Esto qué quiere decir? Todos realizan grupos de estudio en donde no entienden nada, en donde compran cultura –compran, no la disfrutan–, y se suma a esto esta cuestión de un avance muy fuerte del individualismo y el educar a sus hijos en el individualismo. Y cuando yo digo “educar a sus hijos en el individualismo”, si en los ’60 y ’70 era estudiar psicología y sociología, a partir de los ’90 fue el estudio de marketing. Ni siquiera el estudio de Ciencias Económicas, el estudio de marketing.

–¿Usted asocia marketing a manipular las conductas para fines económicos?

–Sí. Y me parece que en la comunidad judía el cimbronazo que produjo el 2001 y el 2002 también produjo una fragmentación, un corte más abrupto de clase. Es interesante observar cómo se adaptó, inclusive, el lenguaje extraño al léxico judío. Un judío que venía a pedir algo a una institución judía siempre hubiera sido considerado “nuestro amigo judío que está acá”. Y, de repente, el lenguaje empezó a designarlo como “beneficiario”. ¿Desde cuándo alguien es un “beneficiario” en la comunidad judía? Eso no existía. Nuestros abuelos, cuando llegaban acá, creaban cooperativas y compraban máquinas de coser, o le daban un trabajo a otro gringo que llegaba, que para ellos era simplemente un “paisano”.

–Usted menciona diciembre de 2001, un momento terrible para la clase media y los sectores populares. Y se supo que un 25 por ciento de los judíos argentinos estaban bajo la línea de la pobreza...

–Sí. Y creo que sigue habiendo un porcentaje significativo, lo que pasa es que hubo un reacomodamiento. Es decir, esa clase media no pudo recuperar culturalmente el espacio que tenía. Dejó una huella muy profunda, que hasta ahora continúa.

–Si uno recuerda la vuelta de la democracia, los años de Alfonsín, en un momento dado se escuchaban voces acusando a “la sinagoga sindical”. O sea, había voces que se alzaban para criticarle al radicalismo de Alfonsín que había muchos judíos en el poder. ¿Qué pasó con los gobiernos que lo sucedieron?

–Yo creo que hay judíos vinculados a ciertos sectores progresistas, y que este Gobierno supo de alguna manera captarlos, pero no en su calidad de judíos, sino de gente que milita en el progresismo.

“El amigo judío que tiene plata”

–Podríamos decir que hay en este Gobierno dos personajes judíos que representan distintos rasgos: Héctor Timerman y el empresario judío, amigo de Kirchner, Enrique Eskenazi. O sea, el intelectual “progre” y el burgués poderoso...


–A Eskenazi no le conozco la veta o característica judía. Digamos, sé que es judío por el apellido, un apellido tradicional judío... Pero no es un hombre de las instituciones judías.

–Sin embargo, para la sociedad es “el amigo judío de Kirchner” que compra YPF...

–En este sentido, me parece que hay que ser sumamente cuidadoso al hablar de la sociedad y los judíos, en donde no tenemos que tener miedo de que el individuo en su calidad de competente ocupe el lugar que ocupe. Yo recuerdo que en los años ’70 la discusión que había en mi casa, cuando Gelbard fue ministro de Economía, era: ¿puede un judío ser ministro de Economía? ¿No tendría que haber consultado a las instituciones judías si era bueno o si no era bueno que asuma? Hoy día creo que hubo un avance en ese sentido, y ya no se pone en tela de juicio si es o no judío, si debe o no integrarse al poder. Pero, de todos modos, sigue habiendo algún tipo de prurito por parte de determinados sectores judíos y por parte de la sociedad en general de que determinados judíos ocupen determinados lugares.

–Pero, al margen de eso, hay dos cuestiones de los Kirchner que provocan ambivalencia entre un sector de los judíos: una de ellas es la cercanía con Hugo Chávez, que a la vez apoya a Irán, enemigo del Estado judío. Esto provoca escozor en muchos sectores de la comunidad judía. En sentido contrario, cae bien cierta tenacidad que pone este Gobierno por lo menos por mantener en agenda el tema de la AMIA...

–Creo que cualquier Gobierno tiene situaciones contradictorias, y que esas situaciones contradictorias, todo lo que se puede hacer es cambiarlas. A mí no me gusta el personaje Chávez, no es un personaje que me caiga simpático pero, por otro lado, no puede haber una exigencia a un Estado de que rompa relaciones con otro porque yo no le tengo simpatía. Me parece que éste es un punto importante. Y paralelamente creo que sí, hay una cuestión por parte del Estado de tratar de aclarar el caso AMIA, lo que se pueda del caso AMIA porque ya pasaron muchos años y hay pruebas que se volatilizaron.

–¿Usted discute con los judíos de la derecha?

–Desde luego. Pero, cuando yo digo que el "menemismo caló muy hondo", digo que hay determinados judíos a los que les gustaría estar en ciertos estratos altos, que me parece que es ahí donde se produce la cuestión. Como hay judíos que pretenden pertenecer a la Sociedad Rural.

–Recuerdo una conversación privada muy reveladora con un poderoso empresario judío. El me advertía que debía ser muy prudente en el apoyo público a sectores progresistas porque, siendo directivo de una gran entidad rural, integrada por sectores muy tradicionales, por ser judío era obsesivamente vigilado, sobre todo en lo ideológico. Aun apoyando las ideas de Menem, la clase alta, a la que él le gustaba obviamente pertenecer, no lo terminaba de aceptar.

–Yo creo que, en última instancia –y esto también es una cuestión histórica, como lo dice Bauman en otro artículo–, el judío siempre jugó un papel que él no lo define como de clase media, pero sí de intermediario. La clase alta siempre lo vio al judío como un lugar medio despectivo, y la clase baja lo vio al judío como el explotador. Entonces, no termina de encajar en ningún lado. Y en la Argentina se sigue dando esta cosa de los judíos como estrato de la clase media. Yo paso junto a obras en construcción y veo los carteles de tantos judíos que uno se debe imaginar que todos estos edificios son de los judíos, y que en esta ciudad viven muchos judíos.

–A la vez sabemos que en algunos countries no quieren judíos.

–Sí, sí, sí. Pero esto es interesante y la otra vez lo discutía con un amigo mío que se preguntaba indignado por qué no los dejan participar en esos countries. Y yo decía: “¿Y para qué quieren ir?”. Si saben que no los quieren, ¿cuál es la insistencia?

Los medios sin términos medios

–En la reciente elección que consagró a Cristina de Kirchner hubo un clima enrarecido de odio, como una reacción muy extrema y poco comprensible de algunos sectores contra un gobierno que no es más rechazable que los anteriores. ¿Usted lo advirtió?

–Bueno, me parece que tiene que ver con una cosa típicamente argentina: que somos polarizables.

–Pero fue algo muy visceral...

–Me parece que los medios tuvieron que ver. Crearon un clima importante, exasperado, de que no hay libertad de prensa, de autoritarismo, de que todo es corrupto. La corrupción en la Argentina es un tema cultural que tampoco se cambia en 15 minutos, no se cambia por decreto.

–¿También lo notó en la comunidad judía?

–No. Hubo sentimientos contradictorios, porque se reconoce que no hubo gobierno que haya hecho por el caso AMIA lo que este Gobierno hizo. Inclusive en la condena de Kirchner a Irán en el ámbito de las Naciones Unidas, el haberle dedicado tantos minutos en el poco espacio que tenía, me parece que eso dice mucho. Pero, por otro lado, había una cuestión de bronca. Tal vez se debe a que Kirchner representa más a un sentido popular del peronismo de lo que representaba Menem. Y me parece que esto también es algo que nos deberíamos plantear, que también lo dice Reinhard Rein: que debemos terminar ya con esta historia del peronismo antisemita. Hubo sectores nacionalistas en el principio del peronismo que estuvieron vinculados, pero como también hubo otros sectores dentro de los diversos partidos, dentro de los nacionalismos y hasta de esos partidos políticamente correctos que nunca se jugaron en nada, y que tienen una veta fuertemente antisemita. Y hay sectores antisemitas desperdigados en vastos lugares de la cultura argentina. Pero también se advierten campañas. Por ejemplo, en 2007, especialmente antes de que Cristina viajara a Nueva York, hubo una fuerte campaña por parte de los medios para mostrar que acá hay antisemitismo. Daban a entender que el Gobierno no hace nada para parar esto. Yo diría lo siguiente: no hubo más antisemitismo que antes. Lo que hubo es un aumento por parte de los medios de la percepción del antisemitismo. Cuando Duhalde era gobernador de la provincia de Buenos Aires hubo muchísimas profanaciones a los cementerios y nadie lo acusaba de antisemita o de no hacer nada contra el antisemitismo.

–Hablemos de lo religioso: en 2007 hubo movidas de críticas al Gobierno protagonizadas por líderes de la Iglesia Católica. Y también apareció algún referente religioso judío, como el rabino Bergman, alentando a la oposición. ¿Le parece que está bien?

–Me parece que lo religioso siempre tiene que tener un sentido crítico. Lo que tenemos que pensar es en personas que en el ámbito público pueden imbuirse de valores éticos que tiene que tener la cosa pública y que pueden o no estar arraigadas dentro de las propias creencias. Razón por la cual yo creo que debemos ser críticos en ese sentido, de querer colocar a religiosos en ser funcionarios en lo público. Si el obispo Joaquín Piña ocupó el lugar que no ocuparon determinados personajes públicos es por error de la situación pública y error de los sectores religiosos que tampoco supieron formar a determinadas personas que ocupen un lugar ético importante.

–¿Pero su idea es que no deberían estar allí?

–No, no deberían ocupar ese lugar. Yo abogo fervientemente por el Estado laico, por la distinción entre Iglesia y Estado, sea cualquier Iglesia. Pero ahí los judíos no podemos jugar de la misma manera. Pensemos lo siguiente: lo judío no es un Iglesia. Lo judío es una comunidad, es una cultura, donde tampoco el rabino juega el papel del religioso; el rabino es un maestro y cumple una función pedagógica más que una función política y de dirigencia.

–¿Le resulta incómodo que le pregunte cómo se lleva con el rabino Bergman?

–No. Tengo un vínculo como con el resto de los colegas, exactamente igual.

–¿Pero tiene más en común con él que con los ortodoxos?

–A ver: pertenecemos al mismo grupo pero somos dos generaciones distintas de rabinos liberales. Yo me formé en el seminario de los ’70, y entonces había una cosa mucho más fuerte vinculada a cuestiones que pasaban en los ’70. Aquello que tenía que ver con los derechos humanos y la impronta del rabino Marshall Meyer, que en nuestra generación fue una figura muy fuerte. Los que fuimos alumnos del rabino Marshall Meyer seguimos elevando sus banderas. Ahora estoy escribiendo un artículo sobre la Teología de la Liberación, y se lo puede llamar al rabino Meyer un teólogo de la Liberación. Y yo reivindico esas cosas de la Teología de la Liberación. Corresponde a una época en que la comunidad debatía. Hoy lo hemos perdido.

–Mi papá en los años ’60, ’70 era comerciante, no intelectual. Odiaba el peronismo y el comunismo. Siendo así, ¿por qué hablar ahora de una derecha como si fuera algo nuevo?

–El judío no era de derecha en los términos que la definimos clásicamente porque la derecha en la generación de tu papá, en la época de la Segunda Guerra Mundial, estaba vinculada al fascismo y al nazismo, inclusive al franquismo también. Y para el judío, por lo que ocurrió con los judíos con el nazismo y con el fascismo, hablar de derecha en ese caso era hablar de fascismo y nazismo. El comunismo estaba vinculado, posteriormente, a un tema de stalinismo. Conocida fue la actitud que tuvo el stalinismo con los judíos, especialmente con intelectuales judíos a cuyo conjunto se lo mandó a matar. Pero, paralelamente a eso, existía un movimiento comunista judío muy fuerte. El ICUF que era un partido, podríamos decir la rama judía del partido comunista. El judío jamás se vinculó con la derecha, sino con sectores desde el centrismo para la izquierda.

–Volviendo a esa nueva derecha judía, ¿le parece que acompaña un cambio de actividades de sectores de los judíos? ¿No es una expresión de que algo cambió en muchas actividades de sectores de la comunidad judía?

–No. Hay un sector que estaba vinculado al comercio y que hoy tiene la inquietud de tener un business administration. Por fortuna, en el otro extremo cada día descubro muchos jóvenes judíos que están en la rama humanística y que incluso, tangencialmente, estudian temas judíos en la Universidad. Y cada vez son más. Sociólogos, psicólogos, estudiantes de Sociología, estudiantes de medios que quieren vincularse a la comunidad judía pero desde otro lugar, no desde el lugar que siempre se asignó a la estructura de la comunidad judía. En este sentido, creo que podemos pensar en un judaísmo bastante progresista. Me parece que los próximos años van a ser muy alentadores. Muchos pibes se me acercan, y con ellos estamos tratando de conformar un grupo de gente universitaria que sea crítica pero que no quiera ocupar lugares de poder. Eso sí me parece muy sano.

Fuente: Página 12

lunes, 24 de marzo de 2008

DAIA La dirigencia y sus negocios



Sección: Comunitarias DIARIO NUEVA SION

La dirigencia y sus negocios

Oscar Klier fue en busca de la dirigencia comunitaria de la DAIA para presentar el caso de la Universidad de Congreso, ocurrido en la ciudad de Mendoza, como un caso oculto de antisemitismo a través de lo que, técnicamente, se denomina una “compra hostil” -Take Over-. La DAIA está en todo su derecho de, una vez analizado el caso, considerarlo así o no y obrar en consecuencia. Oscar Klier afirma, a través de esta denuncia que no sólo no obtuvo respuesta de la DAIA, sino que su Vicepresidente Jorge Kirszembaum le ofreció sus servicios legales para recuperar la Universidad del Congreso. Para corrobar sus afirmaciones, Klier entregó a Nueva Sión un facsímil del acuerdo de partes suscripto entre él y Kirszembaum -que presentamos en esta misma edición-.

¿Para cuántas otras cosas la DAIA será o fue utilizada por sus dirigentes como un verdadero tráfico de influencias para los negocios personales? Presentamos aquí la historia que volvió del pasado cuando las nuevas autoridades de la Universidad de Congreso inauguraron su biblioteca virtual con el paradigma del terror escrito por Adolfo Hitler: “Mein Kampf” sin ninguna clase de aclaración respecto a lo despectivo y racista de su discurso.

Mein Kampf y otra metáfora del silencio

Por Oscar Klier


La Universidad de Congreso por mi creada, inauguró su biblioteca virtual con un primer título “Mein Kampf” de Adolfo Hitler.

Este hecho hiere mi condición de Argentino y Judío siendo inconciliable que una alta casa de Estudios autorizada por el Superior Gobierno de la Nación y evaluada en 1994 por Emilio Mignone como un proyecto pluralista y ecuménico adopte una política de difusión del ideario del nazismo.

Este episodio es un nuevo y provocativo acto discriminatorio que se agrega a los que vengo denunciando desde hace más de tres años.

Fundé una Universidad en el desierto. Un sueño que se gestó en el año 1989 en Buenos Aires como proyecto de Educación Superior y que en 1994 cristalizó con su reconocimiento como Universidad Nacional. Con 2000 alumnos fue considerado por mendocinos como el proyecto más innovador de la región. Fui elegido en 1997 como “Educador del Año”.

En octubre de 1998 el mismo grupo Vila-Manzano-Terranova que me premió diez meses antes, produjo el golpe mediático e institucional que me forzó a dar un paso al costado. El Take Over Hostil- compra hostil - se planificó en el despacho de las máximas autoridades del Opus Dei en Mendoza. Todas las evidencias volcadas en la denuncia penal que patrocinó el Dr Ricardo Monner Sans evidenció el marcado carácter antijudío de este accionar. También presente el caso ante la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de la Nación.

Presenté mi caso ante autoridades comunitarias:

en marzo del 2001entregue al Dr Hercman Presidente de DAIA el dossier con los antecedentes de mi caso y me comentó que iba a elevar dichos documentos a “La Comisión Legal” de la institución a cargo de su Vicepresidente Dr Jorge Kirszembaum. Pasaron los meses y la respuesta fue sencillamente el SILENCIO.

Finalmente en septiembre de 2001 concurrí al Estudio del Dr Jorge Kirszembaum Vicepresidente de DAIA con quien suscribí un convenio de honorarios.

Cuando estalla el episodio de “Mein Kampf”, e impactado por esta nueva agresión acudí a las mismas autoridades comunitarias, con “la evidencia” del carácter antisemita que había tenido mi caso. Nuevamente el mismo argumento: SILENCIO... “ ellos no son antisemitas...tienen amigos judíos... hacen negocios con judíos”...

El Dr Kirszembaum comentó que iba a contactar a la Embajada de Alemania, que según él, tiene los derechos de edición del libro. Un trámite burocrático y nuevamente: SILENCIO.

Solo el Centro Wiessenthal a traves del Lic. Sergio Widder se hizo eco de mi reclamo y su gestión logró que esa misma noche sacaran la publicación de Internet.

¿Eso es todo? Nuestros dirigentes ¿No se tendrían que plantear que esta es “la evidencia” que define la ideología de las autoridades actuales de la Universidad de Congreso ?.

Ser la primera y única Universidad del mundo que publica como primer libro virtual “Mein Kampf” me avergüenza como Educador, como Fundador, como Argentino y como Judío.

Si la DAIA denuncia un libro escrito por Hugo Wast como antisemita. ¿Adolfo Hitler lo es menos? O es que los personajes involucrados “amigos de judíos no deben ser molestados por ser demasiado poderosos, o porque tienen amigos judíos igualmente poderosos que se pueden ver afectados”?.

No creo que el Dr Jorge Kirshembaum hable en nombre de la Comunidad.

Al trasmitir permanentemente la impresión de que el Pueblo Judío desea nuevamente perdonar y olvidar las expresiones antisemitas - sin siquiera la apariencia del remordimiento o disculpa – la DAIA le falla a la Comunidad que afirma representar.

Afortunadamente hay líderes judíos con otro sentido de la Historia.

La Comunidad no puede permitirse seguir perdiendo oportunidades para combatir el antisemitismo.

Necesitamos líderes - y los hay - que estén dispuestos a decir la verdad a los antisemitas en lugar de disculparse por las acciones de otros judíos que tienen el valor de hablar y responder a los ataques.

Necesitamos líderes como Alan Dershowitz que nos golpea con el concepto de Chutzpá – integridad, osadía, firmeza para reclamar lo justo, desafiando la autoridad –

Es intolerable una ciudadanía de segunda clase. Los judíos ya no recibimos este tipo de discriminación e intolerancia sin dar pelea. No nos ocultamos y oramos para que no haya ningún pogrom. Perseguimos justicia.

Invocamos nuestros derechos como iguales.

Respondamos luchando como iguales.

Y obtendremos resultados.

Noviembre de 2002

JORGE KIRSZEMBAUM:”Sospeché que, tal vez, quería valerse de mi rol comunitario”

En virtud del requerimiento de información respecto al tema que el señor Oscar Klier da profusa difusión mediática, y habiéndome otorgado un espacio en Nueva Sion para expresarme sobre el particular, he de manifestar que: Hacia septiembre del año 2001, mucho tiempo después que distintas comisiones jurídicas de distintas gestiones de la DAIA dictaminaran que en este caso no se evidenciaban cuestiones de antisemitismo, el mencionado señor Klier insistió en tener una entrevista profesional conmigo, relativa a un conflicto contractual que mantenía respecto a su participación en un emprendimiento educativo privado.

El aludido requerimiento fue para que lo acompañara en gestiones extrajudiciales que nunca se realizaron y para, eventualmente acompañar a un abogado litigante si este lo aceptara, en lo que hace a las estrategias jurídicas de su conflicto económico con la contraparte.

Klier me fue presentado en su oportunidad por el doctor José Menasche. Asimismo debo mencionar que nunca he cobrado un solo peso por este vínculo profesional, en mérito a que su resultado positivo era hipotético y aleatorio.

Finalizo relatando que antes de que el señor Klier iniciara su maratón mediática y ante la sospecha de que quisiera valerse de mi rol comunitario, le indiqué delante del personal de mi estudio que daba por finalizado nuestro vínculo profesional y que no lo atendería más en mi despacho.







CLARIN 24 de Marzo de 2008
A 32 AÑOS DEL ULTIMO GOLPE DE ESTADO

La colectividad judía debate su rol durante la dictadura militar
Contrapunto entre el rabino Daniel Goldman y Jacobo Kovadloff.


El rol de la dirigencia judía durante la última dictadura militar es eje de un debate dentro de la colectividad, a 32 años del golpe de Estado. Uno de los principales referentes religiosos, el rabino Daniel Goldman, consideró que la colectividad en general "no estuvo a la altura de las circunstancias". A su vez, Jacobo Kovadloff, consultor del Comité Judío Americano (AJC), opinó que las instituciones judías "hicieron lo que pudieron".Goldman, rabino de la comunidad Bet-El, puntualizó: "Salvo casos excepcionales como (el rabino Marshall) Meyer, (el rabino Roberto) Graetz y la formación por parte de algunos individuos del Movimiento Judío por los Derechos Humanos (MJDH)", la dirigencia judía estuvo lejos de desempeñar una defensa activa de sus miembros perseguidos por la dictadura y de las masivas violaciones a los derechos humanos.Aproximadamente 2 mil de los desaparecidos durante la represión ilegal tenían origen judío. El informe Nunca Más recopiló testimonios de antisemitismo y especial violencia en el trato contra los secuestrados de origen judío. Por ejemplo, que Julio Simón -también conocido como "Turco Julián", uno de los represores de la ESMA- llevaba consigo un llavero con una cruz esvástica.Goldman fue discípulo de Meyer e integró la comisión que elaboró el Nunca Más. Sus declaraciones fueron consignadas en un reporte de la Agencia Judía de Noticias. Kovadloff emitió un parecer distinto: dijo que la AMIA, la DAIA y el resto de las instituciones trabajaron el tema de la dictadura por representación propia y sin llevar actas "porque no era una época fácil". Y aunque no pensaron una táctica "singular" para difundir su rechazo, "hicieron lo que pudieron"."Hay gente que se dedicó a castigar y criticar más a los dirigentes judíos que a los autores de todos los horribles episodios que ocurrieron durante esos diez años", agregó Kovadloff.Ambos referentes comunitarios, sin embargo, coincidieron en señalar la actitud de "ensañamiento" de los represores con los secuestrados judíos. Kovadloff afirmó que "eran de desconfiar" los sentimientos antisemitas de la Junta Militar. Goldman observó: "Los militares ejercieron contra los integrantes de la comunidad judía formas de violencia que sólo pueden ser comparadas con los períodos de mayor antisemitismo en el mundo y con el nazismo".


GENOCIDIO POR INTERNET

El Doctor Oscar Klier, que se ha acercado en otras oportunidades al Movimiento Judío por los Derechos Humanos para denunciar a distintos factores que, mediante incluso la amenaza se han apoderado de la Universidad de Congreso de Mendoza por él funda¬da ha ampliado ahora esas denuncias haciendo hincapié en un episodio que compartimos con él es sumamente grave: en la Biblioteca Virtual de dicha Universidad inaugurada hace pocas semanas se ofreció como primer libro virtual "para bajar gratuitamente por Internet" con el dibujo de la, cruz svástica, el obra "Mein Kampf" de Adolf Hitler.
La exaltación del genocidio, en cualquier parte del mundo nos produce repulsa e indignación.
En momentos en que el racismo y la intolerancia se vienen extendiendo últimamente en distintas partes del mundo mas aún en momentos en que el peligro de la guerra, el exterminio y las más furiosas expresiones de la discriminación están retornando con su secuela de muerte y hambre, esta actitud de las cuestionadas autoridades de la Universidad de Congreso ahonda aún más la perversidad de la acción, porque hace suponer que no podría tratarse de un acto aislado, sino de un hito más en la tendencia mundial.
Incluir a "Mein Kampf" como "antología literaria" de una biblioteca virtual universitaria priorizándolo por encima de tantas joyas del ensayo y la literatura, no nos parece un hecho fortuito. Da toda la sensación de haber sido programado con alevosía, sin tomar en cuenta la inmediata repercusión social y los agravios que tal iniquidad podría generar.
Por todo ello manifestamos nuestro repudio y llamamos a la opinión publica a no bajar la guardia frente a hechos aberrantes de esta naturaleza.

Herman Schiller
Fundador del Movimiento Judío por los Derechos Humanos

La presente nota fue entregada hace un mes a "PAGINA 12" que no la publicó.

En cambio la incluyó la revista "NOTICIAS".

El judaísmo oficial y la dictadura

Por Herman Schiller

A principios del gobierno de Alfonsín, en una durísima discusión que tuvo lugar en un local del ala progre del sionismo ubicado en Junín al 200, la inolvidable Renée Epelbaum, una de las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo que tenía a sus tres hijos desaparecidos, acuñó aquella frase que durante mucho tiempo se hizo carne entre los familiares de detenidos-desaparecidos de origen judío: "No quisiera enterarme que a mis hijos judíos los mataron con armas israelíes".


En abril del '99, después que testimonié ante el juez Baltasar Garzón en Madrid, el Partido Socialista de Israel ("Meretz") me invitó a participar en su país de una serie de actos. En ese contexto tuve oportunidad de hablar en la Universidad Hebrea de Jerusalem y, por supuesto, me referi al papel nefasto que los distintos gobiernos israelíes y la estructura institucional judeoargentina jugaron en la época de la dictadura. Sobre el tema de los pertrechos bélicos me respondió Alex Ben Tzví, ex consejero de la embajada de Israel en Buenos Aires, con quien en 1996 había mantenido un altercado radial: "Nuestros enemigos exageran el tema, porque el Estado de Israel solamente(sic) le vendió a los militares argentinos el 13% de sus necesidades armamentistas".
Aquellas palabras de Ben Tzví, que causaron sonrisas entre los presentes, deben haber sido seguramente la más clara confesión oficial israelí sobre ese sucio negocio. Hace unos cinco años, en un programa televisivo de la comunidad judía local conducido por Daniel Schnitman, participaron Eduardo Luis Duhalde (entonces juez federal, hoy secretario de Derechos Humanos de la Nación), Oscar Kuperman (uno de los líderes piqueteros), María Gutman (integrante de la Asociación Madres de Plaza de Mayo) y yo. Duhalde, en su intervención, narró de qué modo, sobre los finales de la dictadura y junto al poeta Vicente Zito Lema, entrevistaron en Europa a Peregrino Fernández, un policía que se quebró y confesó buena parte de las atrocidades cometidas por él y sus compinches durante la égida del terrorismo de Estado. Duhalde, en su intervención, transmitió que Peregrino, durante la extensa confesión, dio pormenores de cómo Herzl Inbar, ministro consejero de la embajada de Israel en la Argentina, les daba "instrucciones antisubversivas". ´
Las declaraciones del policía se registraron en 1983 y, al tomar estado público, familiares de desaparecidos judíos se dirigieron a la embajada de Israel --entre ellos Fanny Bendersky, que luego trabajara durante muchos años en el Cels-- para que ratifiquen o rectifiquen la afirmación de Peregrino. Nunca hubo una respuesta. Pasó casi un cuarto de siglo. De un tiempo a esta parte estamos asistiendo a una feroz ofensiva del judaísmo oficial --israelí y local-- para autoblanquerase en este tema. No resulta fácil generar anticuerpos para contrarrestar esta orgía de mentiras, porque no son pocos los cómplices fuera del judaísmo que, por cálculos pragmáticos u oportunistas, se unieron a la farsa.

Probablemente influya en ésto la reducción de la otrora poderosa izquierda judía a la minima expresión.


De todos modos hay algunos elementos puntuales que merecen señalarse. Por ejemplo, el libro de Marcel Zohar "Shlaj et amí lazalzel" (Manda a mi pueblo al diablo) que en 1991 apareció en Israel con denuncias muy parecidas a las mias y que fuera comentado en su momento por el matutino Pagina 12. Y, también, el incisivo articulo de un escritor y docente universitario israelí como Itzjak Laor publicado en el matutino Haaretz de Tel Aviv muy pocos días después de la masacre de la Amia. El artículo se titulaba "Zejer haneedarim bearguentina" (En memoria de los desaparecidos en Argentina) y fustigaba con mucha energía la doble moral desarrollada por Israel, que envió urgentemente una delegación de socorro en oportunidad del atentado de la calle Pasteur, pero nada hizo, ni siquiera levantó el teléfono para protestar, "cuando los militares asesinos se llevaban a los judíos por centenares durante la dictadura militar".

Durante toda la etapa aciaga del '76 al '83, el judaísmo oficial, allí y aquí --eso incluye a los distintos gobiernos israelíes y a la casi totalidad de las organizaciones judeoargentinas establecidas--, solían caracterizar a los desaparecidos como "antiisraelíes al servicio del terrorismo". Inclusive los dirigentes del sector izquierdoso del sionismo, cuando eran entrevistados en Israel en los primeros años del horror por algún familiar o amigo de desaparecido que reclamaban desesperadamente "hagan algo" (hay varios testigos), respondían que "esto les había pasado por no recibir educación sionista"(sic).

Y como la vida institucional judía (religiosa, cultural, sociodeportiva) se desarrollaba en la Argentina con absoluta normalidad--y los famosos countrys judíos como los de Hebraica y Hacoaj se inauguraron precisamente en esa etapa nefasta del país-- resultó normal, casi obvio, el alineamiento explícito del judaísmo oficial con los militares, "quienes no sólo apoyan a Israel en los distintos foros internacionales, sino que también facilitan nuestra actividad comunitaria". El genocidio pareció importarles muy poco y priorizaban que el "ishuv" pudiera expresar su identidad judía sin inconvenientes. Y este cuadro de situación se ahondó aún más cuando el gran rabino de la comunidad Shlomo Benhamú, luego de participar a principios de 1977 de una reunión de religiosos de distintos credos con Videla, elogió la personalidad del dictador y enfatizó especialmente que, en plena Casa Rosada, le habían servido comida "casher".

En declaraciones que, en su momento, merecieron el repudio de Marshall Meyer y mío y la publicación de comunicados muy críticos por parte de algunos familiares como Gregorio Lerner; el presidente de la DAIA, doctor Mario H. Gorenstein, llegó a decir por lo menos dos veces (una en la "kehilá" de Bahía Blanca y otra en el Centro de Estudios Judaicos que funcionaba en la calle Ayacucho donde hoy está el Instituto Científico Judío IWO) que a la comunidad judía le convienen más los gobiernos de facto que los constitucionales "porque los militares tienen mayor capacidad operativa para controlar el antisemitismo y el antisionismo". La izquierda y los terroristas están junto a quienes anhelan destruir al Estado judío, solían expresar los dirigentes judíos una y otra vez. Y, a través de sus declaraciones, discursos, comunicados, notas en la prensa adicta y demás, surgía claramente que sus posiciones a favor del régimen autoritario no era un tema táctico, sino de íntima convicción: "Los militares se encuentran de nuestro lado; en cambio, los subversivos alientan a nuestros enemigos".

Eso se potenció hasta el hartazgo cuando Firmenich y Vaca Narvaja se fotografiaron junto a Arafat en el Líbano (y los dirigentes judeoargentinos corrieron a decirle a los militares "ven, ven, los enemigos de ustedes también son nuestros enemigos") y algo parecido ocurrió en 1978, cuando el teniente general israelí Jaim Laskov se entrevistó con Videla y luego tuvo palabras de encomio hacia el gobierno militar en el Luna Park, en oportunidad de celebrarse el trigésimo aniversario del Estado de Israel.

Acto, dicho sea de paso, que fue la única expresión permitida en esos días de persecución y muerte, con la presencia estelar y ovacionada del integrante de un gobierno de facto anterior: el almirante Isaac Francisco Rojas.

En esa misma línea también debe inscribirse al general Ariel Sharón que, en 1980, cuando era ministro de Defensa de Israel, dijo sin ruborizarse en oportunidad de visitar al general Policarpo Paz, jefe de la dictadura hondureña, que en esos días era denunciada en todo el mundo por su política criminal en materia de derechos humanos: "Israel no sólo le vende armas a Honduras por negocios, sino porque está con nosotros en la lucha común contra el comunismo internacional".

En ese momento llegó a Buenos Aires Menajem Hacohen, un rabino ortodoxo que integraba en la Knéset el bloque opositor laborista. Al preguntarle en una entrevista acerca de esas declaraciones de Sharón, Hacohen me respondió: "Hemos creado el Estado judío para que sea distinto, justo y socialista, y no para convertirlo en proveduría de armamentos para las dictaduras militares de América latina".

Durante mi mencionada visita a Israel de abril del '99, estaba pronunciando una conferencia en "Tzavta" de Tel Aviv sobre la caracterología fascista y antisemita de la represión dictatorial en Argentina, cuando sorpresivamente se presentaron dos ex ministros del gobierno de Itzjak Rabín: Iosi Sarid y Amnón Rubinstein.

Ambos señalaron que no sólo habían concurrido para "rendirle homenaje a un luchador por los derechos humanos que dignifica al pueblo judío" --lo que para mí resultó una abrumadora gratificación en contraste con los palos que habitualmente recibo por parte de la reaccionaria dirección comunitaria judía local--, sino también para denunciar "el papel nefasto de Israel como cómplice de las peores dictaduras latinoamericanas y del apartheid sudafricano".

Y Iosi Sarid, que en aquellos días todavía era considerado como el líder del ala izquierda de su partido, agregó: "Israel debería pedir perdón a todos los familiares de las víctimas de esos regímenes sangrientos".

Quiero puntualizar dos cosas antes de concluir: no estoy tratando de levantar mi persona y de disminuir todo lo que esté enfrente. No es que en esa época yo era bueno y ellos eran malos--a lo mejor, y seguramente, debe haber sido al revés, porque no puedo ni debo omitir que cometí muchos errores--, sino que se trataba de los criterios filosóficos e ideológicos, absolutamente antagónicos, con que se tomó el asunto desde el principio: para mí los desaparecidos eran mis compañeros de lucha, muchos de ellos combatientes de las organizaciones armadas populares, mientras que para el judaísmo oficial eran terroristas que estaban en la vereda de enfrente.

Todos los desaparecidos judíos (hasta ahora se llevan contabilizados alrededor de 2000), que entregaron su vida generosamente, y aunque no lo supieran o dijeran lo contrario, estaban para mí infinitamente más cerca de las utopías de justicia social de los antiguos profetas de Israel que de los corruptos burgueses que desde añares vienen conduciendo las instituciones judías locales.



El antisemitismo en la Argentina. (2a. edición corregida y aumentada.)

LEONARDO SENKMAN, compilador: Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1989.


...La investigación de Edy Kaufman y Beatriz Cymberknopf representa un primer paso hacia un estudio más elaborado de la dimensión antisemita durante la última dictadura militar. Como dicen los autores, su trabajo tiene carácter descriptivo y no ofrece conclusiones "escritas en piedra". Basado en lecturas minuciosas de testimonios recogidos por la CONADEP, Amnesty International y la Anti-Defamation League de B'nai Brith, entre otros, este trabajo constituye la primera recopilación de dichos materiales.

Se insinúan diversas hipótesis: 1) la prevalencia de antisemitismo en el ambiente militar parece haber influido el alcance del mismo en todo el aparato represivo; 2) el matrato de judíos fue más intenso en la Argentina que en otros regímenes del Cono Sur; 3) los testimonios documentan las influencias de la extrema derecha católica, el fascismo, nazismo y antisionismo en las cúpulas del poder; 4) parece que, proporcionalmente, hubo un gran porcentaje de judíos entre las víctimas de la represión y ello se debe a una percepción exagerada del involucramiento de los judíos en las actividades contra el régimen militar. Los autores siguen trabajando y aguardamos los frutos de la continuación de sus esfuerzos.

Los trabajos de Ignacio Klich y Javier Simonovich intentan focalizar el pensamiento y la actuación de los organismos comunitarios, sobretodo la DAIA, bajo la última dictadura. Ambos constituyen estudios preliminares (el de Simonovich forma parte de su tesis de maestría). Klich ha analizado los documentos de la DAIA, en particular el Informe especial sobre detenidos y desaparecidos judíos 1976-1983, y se ha entrevistado con informantes y protagonistas como Marshall Meyer, Roberto Graetz, Paul Warszawski, Roberto Cox, Herman Shiller y Santiago Kovadloff. Sus conclusiones preliminares sobre este período aciago son: 1) el Informe especial publicado en 1984 por la DAIA exagera la actuación del organismo contra el régimen terrorista; 2) dadas las diferencias entre la situación en Argentina en los años 70 y la de Alemania en los 30, las acusaciones de Judenrat contra la DAIA no tienen mérito; 3) la DAIA reconoce no haber actuado en defensa de todos los judíos desaparecidos, en cautiverio o en peligro; es decir, hizo una selección entre los casos pendientes; 4) la DAIA obstruyó a organismos judíos del exterior que querían intervenir en favor de los judíos argentinos; 5) a pesar de que la DAIA merece ser criticada, hay que tener en cuenta la actuación - o, mejor dicho, el silencio - del resto de la sociedad argentina durante el Proceso.

Como ha dicho Klich, queda mucho por hacer sobre este capítulo del Proceso. Existen documentos que permanecen inaccesibles en los archivos de las organizaciones judías en el extranjero, del gobierno israelí, del gobierno argentino, de la DAIA, la CONADEP e incluso de las propias familias involucradas. Dentro de este marco, el apéndice documental cobra gran importancia. Entren otros documentos, recoge extractos del Informe especial sobre detenidos y desaparecidos judíos y la "Réplica al Informe" escrita por familiares de los desaparecidos. Esta confrontación documental transmite al lector la desesperación experimentada por los padres de hijos desaparecidos y su furia ante la sospecha, la frialdad y la mala fe del liderazgo de la DAIA.

El antisemitismo en la Argentina es un volumen indispensable. Nos ayuda a comprender las dinámicas distorsionantes del antisemitismo en el país y, más allá de eso, ofrece un penetrante examen de la Argentina, su sociedad y regímenes políticos...



VILA - MANZANO PRESIDEN LA UNIVERSIDAD DE CONGRESO

La impunidad sigue vigente

Se han cumplido nueve años de uno de los golpes institucionales y mediáticos más silenciados de los últimos años de democracia.

El apoderamiento de la Universidad de Congreso-Mendoza perpetrado por el grupo Vila-Manzano-Mazzón-Terranova- ex Guardias de Hierro y dueños de medios (Canal 7 de Mendoza, Radio Nihuil, Radio 10, Diario Uno, Cables del Interior, America TV, Canal 9, etc) asociados a través de un accionar hostil y antisemita para tomar por asalto la Universidad.

La Universidad de Congreso fué un sueño que convertí en realidad. La fundé con el exclusivo aporte de mi patrimonio y compromiso con la educación a fines del año 1989 en el contexto de una Argentina que transitaba una de sus más profundas crisis, en la visión de una institución identificada con los valores que hacen al desarrollo humanista. En 1994 obtuvo su reconocimiento como Universidad evaluada por Emilio Mignone como un proyecto “pluralista y ecuménico”.

Construímos un proyecto innovador comprometido con su medio a partir de una comunidad de aprendizaje que nucleaba en 1998 a 2000 alumnos, 150 profesores y 80 funcionarios,.

Por nuestras aulas pasaron Jean Ives Calvez, Carlos Floria, Pedro Frías, el Padre Storni, Leopoldo Zea, Bernardo Kliksberg, Francisco Delich, Guillermo Jaim Etcheverry, Daniel Filmus, Helio Jaguaribe, Jorge Arrate, Luis Riveros y Eduardo Escalante – rectores de la Universidad de Chile y de Playa Ancha – ,Michael Shinagel Decano de Educación Continua de Harvard.

En septiembre de 1998,y a través del uso de sus medios, el mismo grupo que premió nuestros aportes a la Cultura y Educación en Mendoza produjo mi linchamiento y forzó mi traumático paso al costado. Este Plan se gestó en el Estudio de las máximas autoridades del Opus Dei de Mendoza.

Tras el despojo se gestó la larga conspiración del silencio frente a mis denuncias: ante la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de la Nación, ante en el INADI, ante la Oficina Anticorrupción, ante la Secretaría de Derechos Humanos.

En el Juzgado Federal Nº3 de Mendoza está radicada la querella penal contra Susana Decibe y otros. NADIE INVESTIGÓ NADA.

Cuando estalla el episodio “Mein Kampf” – la UC inauguró su biblioteca virtual con el libro “Mi Lucha” de Adolf Hitler, acudí a la DAIA que bloqueó sistemáticamente mis denuncias ante los entes de Derechos Humanos a nivel internacional.

La impunidad sigue vigente:

Daniel Vila ocupó mi lugar como Presidente de la Universidad .José Luis Manzano se define como “hacedor de política a través de los medios” y Juan Carlos Mazzón – ex Guardián – operador de Corach, Cavallo, y de la Unidad Presidente es investido por la UC con el título de Profesor Emérito de la Cátedra de Ciencias Políticas y Derechos Humanos, que creara Emilio Mignone.

Llevo años luchando por justicia y denunciando a estos personajes. Que bajo el ropaje empresarial-político-comunicacional alimentan un proyecto de poder donde anida el “huevo de la serpiente” que confronta con los sueños e ideales de otra Argentina.

Dr Oscar Klier

Rector Fundador de la Universidad de Congreso

oklier@gmail.com

DNI 4.121.073





domingo, 9 de marzo de 2008

LA DAIA EN LA ACTUALIDAD Por una vida más digna que nunca autor: Guillermo Lipis

11/9/2007

En primera persona


Autor: Guillermo Lipis

De verdad es que quisiera poder en alguna oportunidad, desear un buen comienzo de año nuevo judío sin tener que proponer reflexionar sobre temas ásperos. El año dulce representado en la manzana con miel, en todo caso, es una noble expresión de deseos que -en el plano de la problemática comunitaria- lejos está de la preocupante realidad que no puede escapar al conocimiento de la dirigencia, aunque en algunos casos decidan esconderla debajo de la alfombra.

Aquí van algunas dudas que surgen en esta hora de reflexión sobre temas calientes, en la proximidad de 'Iamim Noraim':

Un caso emblemático es lo sucedido con la información vertida en nuestra edición anterior cuando dimos a conocer que el exhorto requerido por el juez Canicoba Corral no había sido traducido al farsí con el objetivo de entregarlo formalmente al gobierno de la República Islámica de Irán. De la AMIA, inmediatamente se pusieron en contacto con nuestra redacción para que ratificáramos o rectificáramos dicha información. Al haber sido reconfirmada, iniciaron gestiones de rechequeo de la noticia y reclamaron a la cancillería argentina por la falta de cumplimiento de la orden del juez. La DAIA, en cambio, una vez más, decidió sostener su silencio de radio sobre cualquier tema difundido por Nueva Sión, no sólo en su 'Micro Ejecutivo de Noticias' sino en la acción de su abogada perenne y vitalicia: Marta Nercellas quien continúa al frente de la querella de la institución de la que aún estamos esperando la resolución de la comisión que Aldo Donzis (su actual presidente) aseguró que conformaría para evaluar la gestión de los profesionales que llevan adelante la causa. Nercellas no se va, y Miguel Bronfman -de la AMIA- tampoco se va. Ambos fueron parte del equipo de la querella oficial que diera por tierra con su estrategia de involucrar a la Bonaerense y sólo lograron la liberación de Ribelli, Telleldín y compañía por haber apostado a la construcción de una 'verdad jurídica' construida sobre la base de los 400.000 dólares abonados al 'enano' por el ex juez Galeano con fondos de la SIDE. Ambos abogados, inexplicablemente, siguen en funciones. Pero más inexplicable es -desde la frecuencia de la buena fe- entender los motivos de sus respectivas continuidades: ¿negligencia, inexperiencia de los dirigentes, ingenuidad política o qué...?

En su época de ministro del Interior de la Alianza, 'Freddy' Storani trató de "locos" a los integrantes de Memoria Activa porque le reclamaron que su gobierno no sólo escuchara a la dirigencia oficial. "¿Ustedes están locos? -dicen que les dijo. Si tienen una dirigencia elegida en las internas, ¿por qué tenemos que tener oros interlocutores?", remató tratando de desacreditar a Memoria Activa como una voz alternativa. La reflexión política de Storani es digna de tomar en cuenta para pensar ¿por qué INTERPOL reclamaría a Irán por los pedidos hechos por la justicia argentina si la política argentina no lo hace antes? Esta evaluación no es jurídica, es de lectura política. Y parece que la dirigencia actual no la considera posible o viable. No se entiende cómo, si la agrupación de Familiares y Amigos de las Víctimas afirman que lo sabían (ver pág. 5 de esta edición) sólo recurrieron a la justicia y no ejercieron el reclamo político correspondiente si -como dicen- estaban al tanto de esta situación desde antes del último 18 de julio.
¿Es que nadie ejerce, a 13 años, un verdadero seguimiento sobre la causa?

El otro tema que se vino con una fuerza inusitada es el de los entierros de personas no convertidas al judaísmo, pero casadas con una persona de origen judío; y de aquellas convertidas por el movimiento Conservador o Reformista. En ambos casos, tomando un concepto del extinto rabino Marshall Meyer, era (y es) preferible "tener uno más adentro" y no tres o cuatro más afuera. La disminución de la grey judía no sólo se produce por la asimilación sino por la no adecuación pragmática del reconocimiento de quién es y no es judío. En el caso de las personas convertidas, la lucha es, básicamente, con la ortodoxia que sigue detentando el monopolio de la verdad religiosa en la AMIA. Y los matrimonios mixtos y sus hijos (quienes se sienten muchas veces más judíos que un judío de nacimiento) comenzaron a pelear por el reconocimiento de la patrilinealidad de la que habla el movimiento Reformista -en el exterior- y el movimiento laico -liderado por Yossi Beilin- en Israel. Sobre esta última teoría no existe apoyo ni de los conservadores ni de los reformistas locales que, ante la ortodoxia, sus conversiones son tan aborrecidas como los matrimonios mixtos. El tema no salta ahora de casualidad, sino que está vinculado con la llegada a la tercera edad de aquellas personas que produjeron una apertura en sus vidas de relación allá por las décadas de los ´60 y los ´70, cuando la efervescencia política y el "peace and flower" rondaban el sentido universal y humanista de la justicia y la solidaridad social pasando por encima de barreras étnicas o comunitarias. Atarse a dogmas que no tienen en cuenta que el amor no sabe de religiones pone en riesgo la empatía de familias enteras hacia lo que hasta ahora fue, para muchas de ellas, el útero comunitario y social elegido para vivir en comunidad, una comunidad que ahora parece darle la espalda. Familias enteras comienzan a discurrir que no se imaginan enterrados en otros cementerios en el futuro, pero también surgen hálitos de desolación, tristeza y frustración en aquellos que creyeron que habían sido aceptados y que decidieron no mentir, ni mentirse, convirtiéndose religiosamente para ser aceptados. Muchos de ellos estarán en los templos estos 'Iamim Noraim' acompañando a sus familiares por adopción. Muchos reflexionarán sobre este tema durante estas conmemoraciones. Muchos dirigentes tendrían que hacer lo mismo, e incluso mirar a su alrededor antes de realizar su introspección y definir en qué vereda se paran acerca esta problemática.

Es preocupante, también, el rechazo detectado por los investigadores del Instituto Gino Germani (de la UBA) de las personas que preservan aspectos de su identidad cultural originaria (ver pág. 7). Hay aquí, un indudable problema vinculado con la educación y el mundo de lo social. Y trabajos pendientes en todos los sectores que conformamos la sociedad argentina.

La tradición judía sostiene que es más fácil dominar el Talmud que modificar un solo rasgo de la personalidad. Sin embargo, no debemos dejar de intentarlo.

Estos 'Días Solemnes' de 'Iamim Noraim' (los transcurridos entre Rosh Hashaná y el Iom Kipur) son aptos para reflexionar sobre la familia, los amigos, los hijos; y algunos deberán incorporar y dedicar tiempo a pensar sus aportes en términos de la responsabilidad que ejercen como dirigentes. Los ciclos terminan y recomienzan en nosotros mismos, y el shofar nos recuerda lo inevitable: la nueva oportunidad de cambiar el mundo más próximo y el colectivo, el social, el que nos rodea.

La introspección puede cambiar el curso de nuestro destino afirmando o rectificando nuestras acciones. De cada uno depende primero. Así que amigos lectores, desde Nueva Sión les deseamos el inicio de un año dulce; de cambios en lo que requiera; de sensibilidad hacia el semejante; de audacia para reconocer los errores; de humildad y trabajo; de solidaridad; de aproximación a un Israel progresista, humanista y en paz con sus vecinos; con amor necesario para seguir generando una vida digna. Más digna que nunca, por nosotros, los otros y nuestros hijos.

Shaná Tová Umetuká para todos. Que un buen y dulce año se asiente en nuestras vidas y corazones.

Smartlinks