lunes, 24 de marzo de 2008

DAIA La dirigencia y sus negocios



Sección: Comunitarias DIARIO NUEVA SION

La dirigencia y sus negocios

Oscar Klier fue en busca de la dirigencia comunitaria de la DAIA para presentar el caso de la Universidad de Congreso, ocurrido en la ciudad de Mendoza, como un caso oculto de antisemitismo a través de lo que, técnicamente, se denomina una “compra hostil” -Take Over-. La DAIA está en todo su derecho de, una vez analizado el caso, considerarlo así o no y obrar en consecuencia. Oscar Klier afirma, a través de esta denuncia que no sólo no obtuvo respuesta de la DAIA, sino que su Vicepresidente Jorge Kirszembaum le ofreció sus servicios legales para recuperar la Universidad del Congreso. Para corrobar sus afirmaciones, Klier entregó a Nueva Sión un facsímil del acuerdo de partes suscripto entre él y Kirszembaum -que presentamos en esta misma edición-.

¿Para cuántas otras cosas la DAIA será o fue utilizada por sus dirigentes como un verdadero tráfico de influencias para los negocios personales? Presentamos aquí la historia que volvió del pasado cuando las nuevas autoridades de la Universidad de Congreso inauguraron su biblioteca virtual con el paradigma del terror escrito por Adolfo Hitler: “Mein Kampf” sin ninguna clase de aclaración respecto a lo despectivo y racista de su discurso.

Mein Kampf y otra metáfora del silencio

Por Oscar Klier


La Universidad de Congreso por mi creada, inauguró su biblioteca virtual con un primer título “Mein Kampf” de Adolfo Hitler.

Este hecho hiere mi condición de Argentino y Judío siendo inconciliable que una alta casa de Estudios autorizada por el Superior Gobierno de la Nación y evaluada en 1994 por Emilio Mignone como un proyecto pluralista y ecuménico adopte una política de difusión del ideario del nazismo.

Este episodio es un nuevo y provocativo acto discriminatorio que se agrega a los que vengo denunciando desde hace más de tres años.

Fundé una Universidad en el desierto. Un sueño que se gestó en el año 1989 en Buenos Aires como proyecto de Educación Superior y que en 1994 cristalizó con su reconocimiento como Universidad Nacional. Con 2000 alumnos fue considerado por mendocinos como el proyecto más innovador de la región. Fui elegido en 1997 como “Educador del Año”.

En octubre de 1998 el mismo grupo Vila-Manzano-Terranova que me premió diez meses antes, produjo el golpe mediático e institucional que me forzó a dar un paso al costado. El Take Over Hostil- compra hostil - se planificó en el despacho de las máximas autoridades del Opus Dei en Mendoza. Todas las evidencias volcadas en la denuncia penal que patrocinó el Dr Ricardo Monner Sans evidenció el marcado carácter antijudío de este accionar. También presente el caso ante la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de la Nación.

Presenté mi caso ante autoridades comunitarias:

en marzo del 2001entregue al Dr Hercman Presidente de DAIA el dossier con los antecedentes de mi caso y me comentó que iba a elevar dichos documentos a “La Comisión Legal” de la institución a cargo de su Vicepresidente Dr Jorge Kirszembaum. Pasaron los meses y la respuesta fue sencillamente el SILENCIO.

Finalmente en septiembre de 2001 concurrí al Estudio del Dr Jorge Kirszembaum Vicepresidente de DAIA con quien suscribí un convenio de honorarios.

Cuando estalla el episodio de “Mein Kampf”, e impactado por esta nueva agresión acudí a las mismas autoridades comunitarias, con “la evidencia” del carácter antisemita que había tenido mi caso. Nuevamente el mismo argumento: SILENCIO... “ ellos no son antisemitas...tienen amigos judíos... hacen negocios con judíos”...

El Dr Kirszembaum comentó que iba a contactar a la Embajada de Alemania, que según él, tiene los derechos de edición del libro. Un trámite burocrático y nuevamente: SILENCIO.

Solo el Centro Wiessenthal a traves del Lic. Sergio Widder se hizo eco de mi reclamo y su gestión logró que esa misma noche sacaran la publicación de Internet.

¿Eso es todo? Nuestros dirigentes ¿No se tendrían que plantear que esta es “la evidencia” que define la ideología de las autoridades actuales de la Universidad de Congreso ?.

Ser la primera y única Universidad del mundo que publica como primer libro virtual “Mein Kampf” me avergüenza como Educador, como Fundador, como Argentino y como Judío.

Si la DAIA denuncia un libro escrito por Hugo Wast como antisemita. ¿Adolfo Hitler lo es menos? O es que los personajes involucrados “amigos de judíos no deben ser molestados por ser demasiado poderosos, o porque tienen amigos judíos igualmente poderosos que se pueden ver afectados”?.

No creo que el Dr Jorge Kirshembaum hable en nombre de la Comunidad.

Al trasmitir permanentemente la impresión de que el Pueblo Judío desea nuevamente perdonar y olvidar las expresiones antisemitas - sin siquiera la apariencia del remordimiento o disculpa – la DAIA le falla a la Comunidad que afirma representar.

Afortunadamente hay líderes judíos con otro sentido de la Historia.

La Comunidad no puede permitirse seguir perdiendo oportunidades para combatir el antisemitismo.

Necesitamos líderes - y los hay - que estén dispuestos a decir la verdad a los antisemitas en lugar de disculparse por las acciones de otros judíos que tienen el valor de hablar y responder a los ataques.

Necesitamos líderes como Alan Dershowitz que nos golpea con el concepto de Chutzpá – integridad, osadía, firmeza para reclamar lo justo, desafiando la autoridad –

Es intolerable una ciudadanía de segunda clase. Los judíos ya no recibimos este tipo de discriminación e intolerancia sin dar pelea. No nos ocultamos y oramos para que no haya ningún pogrom. Perseguimos justicia.

Invocamos nuestros derechos como iguales.

Respondamos luchando como iguales.

Y obtendremos resultados.

Noviembre de 2002

JORGE KIRSZEMBAUM:”Sospeché que, tal vez, quería valerse de mi rol comunitario”

En virtud del requerimiento de información respecto al tema que el señor Oscar Klier da profusa difusión mediática, y habiéndome otorgado un espacio en Nueva Sion para expresarme sobre el particular, he de manifestar que: Hacia septiembre del año 2001, mucho tiempo después que distintas comisiones jurídicas de distintas gestiones de la DAIA dictaminaran que en este caso no se evidenciaban cuestiones de antisemitismo, el mencionado señor Klier insistió en tener una entrevista profesional conmigo, relativa a un conflicto contractual que mantenía respecto a su participación en un emprendimiento educativo privado.

El aludido requerimiento fue para que lo acompañara en gestiones extrajudiciales que nunca se realizaron y para, eventualmente acompañar a un abogado litigante si este lo aceptara, en lo que hace a las estrategias jurídicas de su conflicto económico con la contraparte.

Klier me fue presentado en su oportunidad por el doctor José Menasche. Asimismo debo mencionar que nunca he cobrado un solo peso por este vínculo profesional, en mérito a que su resultado positivo era hipotético y aleatorio.

Finalizo relatando que antes de que el señor Klier iniciara su maratón mediática y ante la sospecha de que quisiera valerse de mi rol comunitario, le indiqué delante del personal de mi estudio que daba por finalizado nuestro vínculo profesional y que no lo atendería más en mi despacho.







CLARIN 24 de Marzo de 2008
A 32 AÑOS DEL ULTIMO GOLPE DE ESTADO

La colectividad judía debate su rol durante la dictadura militar
Contrapunto entre el rabino Daniel Goldman y Jacobo Kovadloff.


El rol de la dirigencia judía durante la última dictadura militar es eje de un debate dentro de la colectividad, a 32 años del golpe de Estado. Uno de los principales referentes religiosos, el rabino Daniel Goldman, consideró que la colectividad en general "no estuvo a la altura de las circunstancias". A su vez, Jacobo Kovadloff, consultor del Comité Judío Americano (AJC), opinó que las instituciones judías "hicieron lo que pudieron".Goldman, rabino de la comunidad Bet-El, puntualizó: "Salvo casos excepcionales como (el rabino Marshall) Meyer, (el rabino Roberto) Graetz y la formación por parte de algunos individuos del Movimiento Judío por los Derechos Humanos (MJDH)", la dirigencia judía estuvo lejos de desempeñar una defensa activa de sus miembros perseguidos por la dictadura y de las masivas violaciones a los derechos humanos.Aproximadamente 2 mil de los desaparecidos durante la represión ilegal tenían origen judío. El informe Nunca Más recopiló testimonios de antisemitismo y especial violencia en el trato contra los secuestrados de origen judío. Por ejemplo, que Julio Simón -también conocido como "Turco Julián", uno de los represores de la ESMA- llevaba consigo un llavero con una cruz esvástica.Goldman fue discípulo de Meyer e integró la comisión que elaboró el Nunca Más. Sus declaraciones fueron consignadas en un reporte de la Agencia Judía de Noticias. Kovadloff emitió un parecer distinto: dijo que la AMIA, la DAIA y el resto de las instituciones trabajaron el tema de la dictadura por representación propia y sin llevar actas "porque no era una época fácil". Y aunque no pensaron una táctica "singular" para difundir su rechazo, "hicieron lo que pudieron"."Hay gente que se dedicó a castigar y criticar más a los dirigentes judíos que a los autores de todos los horribles episodios que ocurrieron durante esos diez años", agregó Kovadloff.Ambos referentes comunitarios, sin embargo, coincidieron en señalar la actitud de "ensañamiento" de los represores con los secuestrados judíos. Kovadloff afirmó que "eran de desconfiar" los sentimientos antisemitas de la Junta Militar. Goldman observó: "Los militares ejercieron contra los integrantes de la comunidad judía formas de violencia que sólo pueden ser comparadas con los períodos de mayor antisemitismo en el mundo y con el nazismo".


GENOCIDIO POR INTERNET

El Doctor Oscar Klier, que se ha acercado en otras oportunidades al Movimiento Judío por los Derechos Humanos para denunciar a distintos factores que, mediante incluso la amenaza se han apoderado de la Universidad de Congreso de Mendoza por él funda¬da ha ampliado ahora esas denuncias haciendo hincapié en un episodio que compartimos con él es sumamente grave: en la Biblioteca Virtual de dicha Universidad inaugurada hace pocas semanas se ofreció como primer libro virtual "para bajar gratuitamente por Internet" con el dibujo de la, cruz svástica, el obra "Mein Kampf" de Adolf Hitler.
La exaltación del genocidio, en cualquier parte del mundo nos produce repulsa e indignación.
En momentos en que el racismo y la intolerancia se vienen extendiendo últimamente en distintas partes del mundo mas aún en momentos en que el peligro de la guerra, el exterminio y las más furiosas expresiones de la discriminación están retornando con su secuela de muerte y hambre, esta actitud de las cuestionadas autoridades de la Universidad de Congreso ahonda aún más la perversidad de la acción, porque hace suponer que no podría tratarse de un acto aislado, sino de un hito más en la tendencia mundial.
Incluir a "Mein Kampf" como "antología literaria" de una biblioteca virtual universitaria priorizándolo por encima de tantas joyas del ensayo y la literatura, no nos parece un hecho fortuito. Da toda la sensación de haber sido programado con alevosía, sin tomar en cuenta la inmediata repercusión social y los agravios que tal iniquidad podría generar.
Por todo ello manifestamos nuestro repudio y llamamos a la opinión publica a no bajar la guardia frente a hechos aberrantes de esta naturaleza.

Herman Schiller
Fundador del Movimiento Judío por los Derechos Humanos

La presente nota fue entregada hace un mes a "PAGINA 12" que no la publicó.

En cambio la incluyó la revista "NOTICIAS".

El judaísmo oficial y la dictadura

Por Herman Schiller

A principios del gobierno de Alfonsín, en una durísima discusión que tuvo lugar en un local del ala progre del sionismo ubicado en Junín al 200, la inolvidable Renée Epelbaum, una de las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo que tenía a sus tres hijos desaparecidos, acuñó aquella frase que durante mucho tiempo se hizo carne entre los familiares de detenidos-desaparecidos de origen judío: "No quisiera enterarme que a mis hijos judíos los mataron con armas israelíes".


En abril del '99, después que testimonié ante el juez Baltasar Garzón en Madrid, el Partido Socialista de Israel ("Meretz") me invitó a participar en su país de una serie de actos. En ese contexto tuve oportunidad de hablar en la Universidad Hebrea de Jerusalem y, por supuesto, me referi al papel nefasto que los distintos gobiernos israelíes y la estructura institucional judeoargentina jugaron en la época de la dictadura. Sobre el tema de los pertrechos bélicos me respondió Alex Ben Tzví, ex consejero de la embajada de Israel en Buenos Aires, con quien en 1996 había mantenido un altercado radial: "Nuestros enemigos exageran el tema, porque el Estado de Israel solamente(sic) le vendió a los militares argentinos el 13% de sus necesidades armamentistas".
Aquellas palabras de Ben Tzví, que causaron sonrisas entre los presentes, deben haber sido seguramente la más clara confesión oficial israelí sobre ese sucio negocio. Hace unos cinco años, en un programa televisivo de la comunidad judía local conducido por Daniel Schnitman, participaron Eduardo Luis Duhalde (entonces juez federal, hoy secretario de Derechos Humanos de la Nación), Oscar Kuperman (uno de los líderes piqueteros), María Gutman (integrante de la Asociación Madres de Plaza de Mayo) y yo. Duhalde, en su intervención, narró de qué modo, sobre los finales de la dictadura y junto al poeta Vicente Zito Lema, entrevistaron en Europa a Peregrino Fernández, un policía que se quebró y confesó buena parte de las atrocidades cometidas por él y sus compinches durante la égida del terrorismo de Estado. Duhalde, en su intervención, transmitió que Peregrino, durante la extensa confesión, dio pormenores de cómo Herzl Inbar, ministro consejero de la embajada de Israel en la Argentina, les daba "instrucciones antisubversivas". ´
Las declaraciones del policía se registraron en 1983 y, al tomar estado público, familiares de desaparecidos judíos se dirigieron a la embajada de Israel --entre ellos Fanny Bendersky, que luego trabajara durante muchos años en el Cels-- para que ratifiquen o rectifiquen la afirmación de Peregrino. Nunca hubo una respuesta. Pasó casi un cuarto de siglo. De un tiempo a esta parte estamos asistiendo a una feroz ofensiva del judaísmo oficial --israelí y local-- para autoblanquerase en este tema. No resulta fácil generar anticuerpos para contrarrestar esta orgía de mentiras, porque no son pocos los cómplices fuera del judaísmo que, por cálculos pragmáticos u oportunistas, se unieron a la farsa.

Probablemente influya en ésto la reducción de la otrora poderosa izquierda judía a la minima expresión.


De todos modos hay algunos elementos puntuales que merecen señalarse. Por ejemplo, el libro de Marcel Zohar "Shlaj et amí lazalzel" (Manda a mi pueblo al diablo) que en 1991 apareció en Israel con denuncias muy parecidas a las mias y que fuera comentado en su momento por el matutino Pagina 12. Y, también, el incisivo articulo de un escritor y docente universitario israelí como Itzjak Laor publicado en el matutino Haaretz de Tel Aviv muy pocos días después de la masacre de la Amia. El artículo se titulaba "Zejer haneedarim bearguentina" (En memoria de los desaparecidos en Argentina) y fustigaba con mucha energía la doble moral desarrollada por Israel, que envió urgentemente una delegación de socorro en oportunidad del atentado de la calle Pasteur, pero nada hizo, ni siquiera levantó el teléfono para protestar, "cuando los militares asesinos se llevaban a los judíos por centenares durante la dictadura militar".

Durante toda la etapa aciaga del '76 al '83, el judaísmo oficial, allí y aquí --eso incluye a los distintos gobiernos israelíes y a la casi totalidad de las organizaciones judeoargentinas establecidas--, solían caracterizar a los desaparecidos como "antiisraelíes al servicio del terrorismo". Inclusive los dirigentes del sector izquierdoso del sionismo, cuando eran entrevistados en Israel en los primeros años del horror por algún familiar o amigo de desaparecido que reclamaban desesperadamente "hagan algo" (hay varios testigos), respondían que "esto les había pasado por no recibir educación sionista"(sic).

Y como la vida institucional judía (religiosa, cultural, sociodeportiva) se desarrollaba en la Argentina con absoluta normalidad--y los famosos countrys judíos como los de Hebraica y Hacoaj se inauguraron precisamente en esa etapa nefasta del país-- resultó normal, casi obvio, el alineamiento explícito del judaísmo oficial con los militares, "quienes no sólo apoyan a Israel en los distintos foros internacionales, sino que también facilitan nuestra actividad comunitaria". El genocidio pareció importarles muy poco y priorizaban que el "ishuv" pudiera expresar su identidad judía sin inconvenientes. Y este cuadro de situación se ahondó aún más cuando el gran rabino de la comunidad Shlomo Benhamú, luego de participar a principios de 1977 de una reunión de religiosos de distintos credos con Videla, elogió la personalidad del dictador y enfatizó especialmente que, en plena Casa Rosada, le habían servido comida "casher".

En declaraciones que, en su momento, merecieron el repudio de Marshall Meyer y mío y la publicación de comunicados muy críticos por parte de algunos familiares como Gregorio Lerner; el presidente de la DAIA, doctor Mario H. Gorenstein, llegó a decir por lo menos dos veces (una en la "kehilá" de Bahía Blanca y otra en el Centro de Estudios Judaicos que funcionaba en la calle Ayacucho donde hoy está el Instituto Científico Judío IWO) que a la comunidad judía le convienen más los gobiernos de facto que los constitucionales "porque los militares tienen mayor capacidad operativa para controlar el antisemitismo y el antisionismo". La izquierda y los terroristas están junto a quienes anhelan destruir al Estado judío, solían expresar los dirigentes judíos una y otra vez. Y, a través de sus declaraciones, discursos, comunicados, notas en la prensa adicta y demás, surgía claramente que sus posiciones a favor del régimen autoritario no era un tema táctico, sino de íntima convicción: "Los militares se encuentran de nuestro lado; en cambio, los subversivos alientan a nuestros enemigos".

Eso se potenció hasta el hartazgo cuando Firmenich y Vaca Narvaja se fotografiaron junto a Arafat en el Líbano (y los dirigentes judeoargentinos corrieron a decirle a los militares "ven, ven, los enemigos de ustedes también son nuestros enemigos") y algo parecido ocurrió en 1978, cuando el teniente general israelí Jaim Laskov se entrevistó con Videla y luego tuvo palabras de encomio hacia el gobierno militar en el Luna Park, en oportunidad de celebrarse el trigésimo aniversario del Estado de Israel.

Acto, dicho sea de paso, que fue la única expresión permitida en esos días de persecución y muerte, con la presencia estelar y ovacionada del integrante de un gobierno de facto anterior: el almirante Isaac Francisco Rojas.

En esa misma línea también debe inscribirse al general Ariel Sharón que, en 1980, cuando era ministro de Defensa de Israel, dijo sin ruborizarse en oportunidad de visitar al general Policarpo Paz, jefe de la dictadura hondureña, que en esos días era denunciada en todo el mundo por su política criminal en materia de derechos humanos: "Israel no sólo le vende armas a Honduras por negocios, sino porque está con nosotros en la lucha común contra el comunismo internacional".

En ese momento llegó a Buenos Aires Menajem Hacohen, un rabino ortodoxo que integraba en la Knéset el bloque opositor laborista. Al preguntarle en una entrevista acerca de esas declaraciones de Sharón, Hacohen me respondió: "Hemos creado el Estado judío para que sea distinto, justo y socialista, y no para convertirlo en proveduría de armamentos para las dictaduras militares de América latina".

Durante mi mencionada visita a Israel de abril del '99, estaba pronunciando una conferencia en "Tzavta" de Tel Aviv sobre la caracterología fascista y antisemita de la represión dictatorial en Argentina, cuando sorpresivamente se presentaron dos ex ministros del gobierno de Itzjak Rabín: Iosi Sarid y Amnón Rubinstein.

Ambos señalaron que no sólo habían concurrido para "rendirle homenaje a un luchador por los derechos humanos que dignifica al pueblo judío" --lo que para mí resultó una abrumadora gratificación en contraste con los palos que habitualmente recibo por parte de la reaccionaria dirección comunitaria judía local--, sino también para denunciar "el papel nefasto de Israel como cómplice de las peores dictaduras latinoamericanas y del apartheid sudafricano".

Y Iosi Sarid, que en aquellos días todavía era considerado como el líder del ala izquierda de su partido, agregó: "Israel debería pedir perdón a todos los familiares de las víctimas de esos regímenes sangrientos".

Quiero puntualizar dos cosas antes de concluir: no estoy tratando de levantar mi persona y de disminuir todo lo que esté enfrente. No es que en esa época yo era bueno y ellos eran malos--a lo mejor, y seguramente, debe haber sido al revés, porque no puedo ni debo omitir que cometí muchos errores--, sino que se trataba de los criterios filosóficos e ideológicos, absolutamente antagónicos, con que se tomó el asunto desde el principio: para mí los desaparecidos eran mis compañeros de lucha, muchos de ellos combatientes de las organizaciones armadas populares, mientras que para el judaísmo oficial eran terroristas que estaban en la vereda de enfrente.

Todos los desaparecidos judíos (hasta ahora se llevan contabilizados alrededor de 2000), que entregaron su vida generosamente, y aunque no lo supieran o dijeran lo contrario, estaban para mí infinitamente más cerca de las utopías de justicia social de los antiguos profetas de Israel que de los corruptos burgueses que desde añares vienen conduciendo las instituciones judías locales.



El antisemitismo en la Argentina. (2a. edición corregida y aumentada.)

LEONARDO SENKMAN, compilador: Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1989.


...La investigación de Edy Kaufman y Beatriz Cymberknopf representa un primer paso hacia un estudio más elaborado de la dimensión antisemita durante la última dictadura militar. Como dicen los autores, su trabajo tiene carácter descriptivo y no ofrece conclusiones "escritas en piedra". Basado en lecturas minuciosas de testimonios recogidos por la CONADEP, Amnesty International y la Anti-Defamation League de B'nai Brith, entre otros, este trabajo constituye la primera recopilación de dichos materiales.

Se insinúan diversas hipótesis: 1) la prevalencia de antisemitismo en el ambiente militar parece haber influido el alcance del mismo en todo el aparato represivo; 2) el matrato de judíos fue más intenso en la Argentina que en otros regímenes del Cono Sur; 3) los testimonios documentan las influencias de la extrema derecha católica, el fascismo, nazismo y antisionismo en las cúpulas del poder; 4) parece que, proporcionalmente, hubo un gran porcentaje de judíos entre las víctimas de la represión y ello se debe a una percepción exagerada del involucramiento de los judíos en las actividades contra el régimen militar. Los autores siguen trabajando y aguardamos los frutos de la continuación de sus esfuerzos.

Los trabajos de Ignacio Klich y Javier Simonovich intentan focalizar el pensamiento y la actuación de los organismos comunitarios, sobretodo la DAIA, bajo la última dictadura. Ambos constituyen estudios preliminares (el de Simonovich forma parte de su tesis de maestría). Klich ha analizado los documentos de la DAIA, en particular el Informe especial sobre detenidos y desaparecidos judíos 1976-1983, y se ha entrevistado con informantes y protagonistas como Marshall Meyer, Roberto Graetz, Paul Warszawski, Roberto Cox, Herman Shiller y Santiago Kovadloff. Sus conclusiones preliminares sobre este período aciago son: 1) el Informe especial publicado en 1984 por la DAIA exagera la actuación del organismo contra el régimen terrorista; 2) dadas las diferencias entre la situación en Argentina en los años 70 y la de Alemania en los 30, las acusaciones de Judenrat contra la DAIA no tienen mérito; 3) la DAIA reconoce no haber actuado en defensa de todos los judíos desaparecidos, en cautiverio o en peligro; es decir, hizo una selección entre los casos pendientes; 4) la DAIA obstruyó a organismos judíos del exterior que querían intervenir en favor de los judíos argentinos; 5) a pesar de que la DAIA merece ser criticada, hay que tener en cuenta la actuación - o, mejor dicho, el silencio - del resto de la sociedad argentina durante el Proceso.

Como ha dicho Klich, queda mucho por hacer sobre este capítulo del Proceso. Existen documentos que permanecen inaccesibles en los archivos de las organizaciones judías en el extranjero, del gobierno israelí, del gobierno argentino, de la DAIA, la CONADEP e incluso de las propias familias involucradas. Dentro de este marco, el apéndice documental cobra gran importancia. Entren otros documentos, recoge extractos del Informe especial sobre detenidos y desaparecidos judíos y la "Réplica al Informe" escrita por familiares de los desaparecidos. Esta confrontación documental transmite al lector la desesperación experimentada por los padres de hijos desaparecidos y su furia ante la sospecha, la frialdad y la mala fe del liderazgo de la DAIA.

El antisemitismo en la Argentina es un volumen indispensable. Nos ayuda a comprender las dinámicas distorsionantes del antisemitismo en el país y, más allá de eso, ofrece un penetrante examen de la Argentina, su sociedad y regímenes políticos...



VILA - MANZANO PRESIDEN LA UNIVERSIDAD DE CONGRESO

La impunidad sigue vigente

Se han cumplido nueve años de uno de los golpes institucionales y mediáticos más silenciados de los últimos años de democracia.

El apoderamiento de la Universidad de Congreso-Mendoza perpetrado por el grupo Vila-Manzano-Mazzón-Terranova- ex Guardias de Hierro y dueños de medios (Canal 7 de Mendoza, Radio Nihuil, Radio 10, Diario Uno, Cables del Interior, America TV, Canal 9, etc) asociados a través de un accionar hostil y antisemita para tomar por asalto la Universidad.

La Universidad de Congreso fué un sueño que convertí en realidad. La fundé con el exclusivo aporte de mi patrimonio y compromiso con la educación a fines del año 1989 en el contexto de una Argentina que transitaba una de sus más profundas crisis, en la visión de una institución identificada con los valores que hacen al desarrollo humanista. En 1994 obtuvo su reconocimiento como Universidad evaluada por Emilio Mignone como un proyecto “pluralista y ecuménico”.

Construímos un proyecto innovador comprometido con su medio a partir de una comunidad de aprendizaje que nucleaba en 1998 a 2000 alumnos, 150 profesores y 80 funcionarios,.

Por nuestras aulas pasaron Jean Ives Calvez, Carlos Floria, Pedro Frías, el Padre Storni, Leopoldo Zea, Bernardo Kliksberg, Francisco Delich, Guillermo Jaim Etcheverry, Daniel Filmus, Helio Jaguaribe, Jorge Arrate, Luis Riveros y Eduardo Escalante – rectores de la Universidad de Chile y de Playa Ancha – ,Michael Shinagel Decano de Educación Continua de Harvard.

En septiembre de 1998,y a través del uso de sus medios, el mismo grupo que premió nuestros aportes a la Cultura y Educación en Mendoza produjo mi linchamiento y forzó mi traumático paso al costado. Este Plan se gestó en el Estudio de las máximas autoridades del Opus Dei de Mendoza.

Tras el despojo se gestó la larga conspiración del silencio frente a mis denuncias: ante la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de la Nación, ante en el INADI, ante la Oficina Anticorrupción, ante la Secretaría de Derechos Humanos.

En el Juzgado Federal Nº3 de Mendoza está radicada la querella penal contra Susana Decibe y otros. NADIE INVESTIGÓ NADA.

Cuando estalla el episodio “Mein Kampf” – la UC inauguró su biblioteca virtual con el libro “Mi Lucha” de Adolf Hitler, acudí a la DAIA que bloqueó sistemáticamente mis denuncias ante los entes de Derechos Humanos a nivel internacional.

La impunidad sigue vigente:

Daniel Vila ocupó mi lugar como Presidente de la Universidad .José Luis Manzano se define como “hacedor de política a través de los medios” y Juan Carlos Mazzón – ex Guardián – operador de Corach, Cavallo, y de la Unidad Presidente es investido por la UC con el título de Profesor Emérito de la Cátedra de Ciencias Políticas y Derechos Humanos, que creara Emilio Mignone.

Llevo años luchando por justicia y denunciando a estos personajes. Que bajo el ropaje empresarial-político-comunicacional alimentan un proyecto de poder donde anida el “huevo de la serpiente” que confronta con los sueños e ideales de otra Argentina.

Dr Oscar Klier

Rector Fundador de la Universidad de Congreso

oklier@gmail.com

DNI 4.121.073





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