¿Se aprovechan de sus cargos?
En Noviembre de 2001, varios diarios se hicieron eco de una denuncia presentada por el fundador y ex rector de la Universidad Congreso de Mendoza, Dr. Oscar Klier.
Klier acusó a los miembros del gobierno menemista de haber incumplido deberes de funcionario público y de haberlo presionado, para que dicha Universidad pasara a manos del poderoso Consejo Empresario Mendocino. La usurpación y despojo se habría planificado en el despacho de una de las máximas autoridades del Opus Dei Mendoza. Todas las evidencias volcadas en la denuncia penal convierten a este caso en un nuevo escándalo con marcado carácter antijudío y antisemita.
En estos días, la causa tomó nueva importancia ya que en la inauguración de la biblioteca virtual de la Universidad se presentó su primer libro electrónico, nada menos que MEIN KAMPH (Mi lucha) de Adolfo Hitler.
Con todas las pruebas y elementos que demostraban la usurpación y el ataque antijudío, el Dr. Klier se presentó antela DAIA (Delegación de Asocia-ciones Israelitas Argentina), en su sede central. Allí, fue recibido por el mismo presidente de la entidad, José Hercman, quien inmediatamente lo contactó con el vicepresidente de la entidad, el abogado Jorge Kirszenbaum.
Según consta en un convenio de honorarios, firmado entre Klier y Kirszenbaum el 5 de setiembrede2002, en el estudio de éste en la calle Paraguay 1114 Piso 3° de la Capital Federal, el Profesional (Kirszenbaum), toma a su cargo la gestión tendiente la resolución del conflicto con la Universidad de Congreso. El honorario se conviene en un porcentaje del Quince por ciento (15%) del acuerdo de cobro a que se arribe. Y agrega: En el caso alternativo en que la reclamación concluya con la recuperación del dominio de la Universidad del Congreso, los honorarios serán iguales que en la cláusula anterior, o sea del Quince por ciento sobre la base del valor de recupero de la institución mencionada.
En base a este contrato, es lógico preguntarse si la DAIA, que fuera creada para defender a los judíos contra todo acto de discriminación, no debería haber tomado el tema con seriedad y rapidez, y no dejar en manos de su actual Vicepresidente las actuaciones bajo el carácter de contrato privado, que no es otra cosa que un trabajo particular.
Oscar Klier no fue a buscar el asesoramiento de Kirszenbaum, sino su defensa por parte de la institución que debería hacerlo.
La DAIA ha desvirtuado casi completamente los motivos de su creación. Al día de hoy no sabemos si es una entidad defensora de los derechos de los judíos, una homenajeadora oficial de políticos y policías cuestionados, una agencia de noticias o simplemente un lugar para hacer negocios.
Néstor Abadi
martes, 24 de mayo de 2011
DAIA S.A.
Etiquetas:
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Dr Jose Hercman,
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