lunes, 4 de febrero de 2008

Justicia, Justicia perseguirás

La denuncia del Rabino S. Bergman y la Universidad de Congreso- Mendoza

“Justicia, Justicia perseguirás…” Deuteronomio 16,20

… a quien sirven cuando alzan las banderas.
Hombres de paja que usan la colonia y el honor
para ocultar oscuras intenciones:
tienen doble vida, son sicarios del mal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal…

Joan Manuel Serrat

El Rabino Sergio Bergman hace referencia a la clara condición antisemita del señor Orlando Terranova, en una nota publicada en la revista Veintitrés que adjuntamos.

Allí Bergman describe la estrategia de Terranova para utilizar espacios públicos, como la Universidad de Congreso o la publicidad para expandir y afianzar su pensamiento xenófobo y discriminatorio, manifestando un desprecio absoluto por nuestros valores como sociedad que defiende el pluralismo, la diversidad y el libre intercambio de ideas. Es auspicioso que Bergman se haga eco de hechos que fueron silenciados y que los traiga a la luz.

Soy victima del golpe institucional perpetrado por Terranova-Vila-Manzano. Este es el mismo grupo de empresarios, extorsionadores y fundamentalistas que se apropiaron de la Universidad de Congreso que yo fundé en Mendoza en 1989.

Cree la Universidad de Congreso en la visión de una institución identificada con los valores que hacen al desarrollo humano y a partir de mi compromiso educativo y con el exclusivo aporte de mi patrimonio. En 1994 obtuvo el reconocimiento de Universidad evaluada como un proyecto “pluralista y ecuménico” por el Dr. Emilio Mignone.

Construí un proyecto innovador en Mendoza, comprometido con su medio a partir de una comunidad educativa que nucleaba en 1998 a más de 2000 alumnos, 150 destacados profesores y académicos nacionales e internacionales, también comprometidos con valores que hoy han desaparecido de sus claustros.

En septiembre de 1998, Orlando Terranova, Daniel Vila y José Luis Manzano, asociados en un accionar hostil y antisemita, utilizaron sus medios de difusión para gestar un golpe mediático que se tradujo en difamación, amenazas y mi traumático renunciamiento a la Universidad de Congreso. Esos mismos personajes, me habían distinguido por mis aportes a la Cultura y Educación en Mendoza.

Orlando Terranova, Daniel Vila y Enrique Pescarmona que rotan en la presidencia de la Universidad, fueron los mismos que en año 2002, único caso en la historia universitaria del mundo, autorizaron la publicación como primer libro de la biblioteca virtual de la Universidad a “Mein Kampf” (Mi lucha) de Adolfo Hitler.

Mi caso no remite solo a un problema antijudío sino a la sociedad argentina enfrentada al pensamiento totalitario y antidemocrático.

Desde 1999 lucho por justicia y denuncio tanto en los tribunales como en los medios independientes a estos personajes que bajo el ropaje empresarial-comunicacional son el “huevo de la serpiente”: un proyecto que amenaza los sueños e ideales de nuestra Argentina.

Dr. Oscar Klier

oklier@gmail.com

Fundador y ex Rector de la Universidad de Congreso-Mendoza-Argentina

Me gustaría conocer tu opinión, y reenvíes a tus contactos. gracias

A partir del artículo del Rabino Bergman iniciamos acciones. Entre las respuestas que recibimos está la del Obispo Metodista Aldo Etchegoyen Presidente de APDH que quiero compartir.
OK


REPUESTA DEL OBISPO ALDO ETCHEGOYEN
Co-presidente APDH

Estimado Doctor: me asocio en todo al artículo del Rabino Sergio Bergman y me adhiero a su lucha en defensa de la verdad y su dignidad personal. Es de suma importancia difundir esta forma de denuncia profética, estaré reeviando la documentación. Quedo a su disposición

Obispo (e) Aldo M. Etchegoyen


RESPONSABILIDADES SOCIALES. Publicado en la Revista Veintitrés

Jueves 11 de enero de 2007

Admirando a Hitler y vendiendo publicidad

Por Sergio Bergman *

Vivir en comunidad, formar parte de un colectivo huma­no integrado por decisión propia, tiene sus costos así como sus beneficios. Ser un ser social impone reglas de convivencia y comportamiento, no solo en cuanto a como vivir, sino en como convivir. Como ser en relación al otro. La sociedad, entonces, debería recompensar y castigar a sus miembros, según lo acertadamente que respondan a sus responsabilidades.

El caso de Orlando Terranova es revelador en este sentido ya que ocupa una función importante: como dueño de Publicidad Sarmiento, la empresa responsable de los carteles que cubren buena parte de la vía publica tanto en Buenos Aires como en otras ciudades del país, es un comunicador social. Cuesta creer que, con los anteceden­tes que tiene, haya podido mantenerse co­mo tal y sobrevivir a un escándalo que agra­vió a los argentinos.

Orlando Terranova, como uno de los máximos responsables de la Universidad del Congreso, quedo expuesto como antisemi­ta cuando esa universidad estrenó su bi­blioteca virtual con una copia de Mi Lucha, de Adolf Hitler. Aunque se intentó disfra­zar de casualidad, para la colectividad judía fue una afrenta como así también para todos aquellos que consideramos que lo que Hitler propone degrada no solo lo judío si­no a la misma humanidad.

Mas grave aún, Terranova y sus socios en la Universidad del Congreso mostraron desprecio por el sistema de valores de nues­tra sociedad, que defiende la aceptación de nuestras diferencias, la democracia y el in­tercambio libre de ideas.

Hitler no fue solo el exterminador de la población judía de Europa, sino el destruc­tor de la democracia abierta y tolerante de

Hitler fue el destructor de la democracia francesa, el culpable de la victoria franquis­ta contra la República Española. Reivindicar sus ideas destructivas es erguirse contra todos quienes aceptamos vivir en esta socie­dad.

En los días que nos tocan vivir somos tes­tigos de que el monstruo no murió sino que viene mutando. Países totalitarios, teocráticos y fanáticos como Irán intentan ne­gar la Shoa –el Holocausto mientras que aquí en Argentina, donde tenemos la bendición de la convivencia entre las diferen­cias, también vivimos con la impunidad de aquellos que, si bien todavía no niegan la Shoa, utilizan una universidad para hacer académico el odio, la discriminación y la lo­cura devastadora que Hitler no solo perpetró en la historia, sino que continua –lamentablemente- vigente en sus seguido­res y reivindicadores que, como en este caso, también están a cargo de áreas tan vita­les para la salud de nuestra ciudadanía co­mo lo son la educación académica y la comunicación social que es la publicidad.

Es un peligroso antecedente que, a pe­sar de promover públicamente estas ideas, reñidas como están con nuestra moral democrática republicana y pluralista, Orlan­do Terranova mantenga una posición tan importante. Ser el encargado de las carte­leras de la ciudad es mucho mas que un negocio: como medio de comunicación in­mediato, la cartelería que empapela Bue­nos Aires nos interpela todos los días.

Hacerse cargo de ella es un puesto que exige responsabilidad, que quien lo haga demuestre de forma fehaciente que respeto y promueve los valores de aceptación de la diversidad en la que consolidamos nuestra unidad como Nación.

Valores que son de todos los ciudadanos de buena voluntad pero que, al mismo tiempo, son incompatibles con quienes reivindican a Hitler. Los ciudadanos que no estamos dispuestos a quedarnos en el silencio de ser solo pasivos habitantes de nuestra realidad, no dejaremos de denun­ciar a quienes dicen pero no hacen honor a los valores que la misma constitución nos instituye como Nación.

Terranova es un ejemplo de decir que adhiere a estos valores pero que en la ac­ción ha dado muestras de lo contrario, aunque hoy lo niegue. Hannah Arendt de­cía que la hipocresía es el vicio de los vi­cios, ya que es el inicio que no puede coe­xistir con la integridad. Peor que el crimi­nal común, el hipócrita –decía la filosofa- ­esta podrido hasta el núcleo.
Es responsabilidad de todos evitar que sujetos con los antecedentes mencionados continúen en posiciones claves, desde donde pueden hacer daño, no solo a ciuda­danos particulares, sino a la visión com­partida de valores que nos permiten ser y hacer un país donde ni Hitler ni sus admi­radores tengan la posibilidad de hacer en Argentina lo que en Alemania fue fatal

“Rabino Master en Educación del Melton Institute de Jerusalem.

Presidente ejecutivo de la Fundación Judaica.

Director General del Arlene Fern Community School

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